El confinamiento ha llevado a miles de personas a buscar entretenimiento en las aplicaciones, aunque no siempre para bien, ya que entre los meses de marzo y junio las descargas de apps para espionaje o acoso crecieron 51 por ciento, según un reporte de Avast.
Basta poner en el buscador de apps de Google Play o iOS palabras como “espionaje”, “espía” o “stalker” para que arroje decenas de herramientas que permiten a los usuarios seguir las actividades de otro equipo y hasta las conversaciones de otro usuario en WhatsApp.
Desde marzo, el incremento de casos de denuncias de usuarios por espionaje y acoso mediante aplicaciones se ha elevado 29 por ciento en promedio cada mes, refirió la empresa.
Las aplicaciones de espionaje o acoso, conocidas como stalkerware,son una categoría creciente de malware doméstico con implicaciones peligrosas.
“Mientras que el spyware y los ladrones de información buscan robar datos personales, el stalkerware es diferente: roba la libertad física y en línea de la víctima”, explicó Jaya Baloo, director de Seguridad de la Información de Avast.
A diferencia de las herramientas de espionaje usadas por hackers que se instalan a través de malware, las apps de stalkerware usualmente se son instaladas en secreto en teléfonos móviles por supuestos amigos, cónyuges celosos, exparejas e incluso padres preocupados que quiere rastrear la ubicación de la víctima, monitorear los sitios que visita en internet, leer sus mensajes e, incluso, escuchar sus llamadas.
El incremento de esta amenaza digital aumenta de la mano de los casos de violencia doméstica reportados durante la cuarentena.
Datos de la Secretaría del Sistema Nacional de Seguridad Pública indican que en mayo se recibieron en promedio 87 llamadas de mujeres cada hora para solicitar ayuda o información sobre qué hacer ante un episodio de violencia familiar.
La cifra fue casi el triple de llamadas que se registraron por este tipo de situaciones durante marzo, previo al endurecimiento del confinamiento.
La ONU alertó sobre el alza en la violencia doméstica a causa del confinamiento. Las mujeres son las principales víctimas de este fenómeno.
Parejas o familiares celosos son afines a usar apps espías con las que puedan vulnerar la privacidad de las mujeres.
Las empresas no se han quedado de brazos cruzados ante esta situación. Desde mayo pasado, Google ha informado sobre la eliminación de cientos de aplicaciones espía de su Play Store.
Esta semana, la empresa con sede en Mountain View anunció que prohibirá los anuncios de aplicaciones que utilizan tecnología para rastrear los mensajes de texto, llamadas telefónicas o historiales de navegación.
El gigante de internet aseveró que a partir del 11 de agosto se prohibirá el uso de aplicaciones de acoso en su tienda. Google subrayó que esta medida no afectará a los servicios de investigación privada ni a las aplicaciones de vigilancia de menores de edad por parte de sus padres, sino que va dirigida principalmente a los desarrollos que dan ubicación en tiempo real o acceso a mensajería de otros dispositivos.
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