Alma Rosa Quiroz Méndez
El análisis financiero realizado por los miembros del IMEF expone que para México se percibe como factor de riesgo un eventual recrudecimiento de la guerra comercial de Estados Unidos con otras economías y que se dificulte la negociación del TLCAN y, en particular, el riesgo de que se establezcan aranceles a la industria automotriz.
En su análisis de coyuntura mensual, señalan que los miembros del Comité del Indicador IMEF coincidieron en que la economía había registrado un menor crecimiento durante el segundo trimestre respecto del primero y en que era alta la probabilidad de que esta desaceleración se extendiera a la segunda parte del año. Esto último, en función de un menor gasto público previsible para el segundo semestre, por el cambio de administración, y también por un menor gasto privado, sobre todo de inversión, así como por la incertidumbre del cambio de gobierno y la negociación del TLCAN.
Sin embargo, hay puntos positivos como el aumento que han registrado las remesas —en máximos históricos—, el aumento de la masa salarial real, una evolución favorable del crédito al consumo, “aunque este podría frenarse por las mayores tasas de interés y la confianza del consumidor pudieran dar soporte a un continuado crecimiento en el gasto de consumo, aunque quizá más moderado”.
Indicaron que existe preocupación por el aumento de la inflación y la revisión de las expectativas al alza. Consideraron que la evolución reciente del entorno internacional era en general favorable por el dinamismo de la actividad productiva en Estados Unidos, el cual ha tenido lugar sin haber generado presiones inflacionarias y manteniendo condiciones excepcionalmente favorables en el mercado laboral.
Resaltan que sin duda para el país seguirá siendo factor de riesgo que se mantenga el crecimiento de una guerra comercial de Estados Unidos con otras economías, pero más sería que se complique la negociación del TLCAN.