La carretera federal que va a Acayucan se mantiene como el escenario de asaltos a unidades de transporte, asesinato de choferes, e incluso para el tráfico de personas, principalmente de origen centroamericano, a bordo de unidades de carga.
Este fenómeno, en distintas escalas a lo largo de las vías que cruzan el país, alarma al sector empresarial.
Es algo de todos los días, expresó el delegado nacional de la Alianza Mexicana del Autotransporte (Amotac), Juan Durán, sobre los ataques a ese sector en esa vía.
En total, la carretera federal 185 cubre 270 kilómetros, desde Coatzacoalcos, Veracruz, después atraviesa La Ventosa y termina en Salina Cruz, Oaxaca. En general se le conoce como la Transistmica. Juan Durán narra que para llegar a Acayucan hay dos vías, ambas en mal estado e igual de peligrosas. La carretera libre de peaje solo presenta malas condiciones, sino que hay verdaderos hoyos que son un peligro para los conductores porque los obliga a disminuir la velocidad y así son más susceptibles a los asaltos.
La autopista no se queda atrás. En el tramo La Tinaja-Acayucan, los asaltos a camiones son tres a diario, en promedio; eso además de los hundimientos.
El mes pasado, por ejemplo, a un chofer lo hallaron semienterrado en el monte.
Antes, dice, los conductores eran retenidos unas horas mientras los delincuentes hacían el trasiego de la mercancía, ahora los conductores temen por su vida.
Ayer mismo, policías federales detuvieron en la caseta 119 de Acayucan, a la altura del kilómetro 188+800, un tractocamión de redilas en donde viajaban 103 personas, de las cuales 47 eran menores, todas de origen centroamericano.
Sin embargo, se trata de un fenómeno de alcance nacional. El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Hidalgo apunta que las carreteras Pachuca-Tulancingo, Pachuca-Ciudad Sahagún y México-Tampico, en el tramo Pachuca-Atotonilco el Grande, el robo de ganado, maquinaria pesada y mercancía que transportan pesadas unidades, es frecuente, aunque se ha logrado disminuir.