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El plan de infraestructura que presentaron el Gobierno Federal y la iniciativa privada este lunes recicla varios proyectos que fueron anunciados en noviembre pasado e, incluso, algunos que vienen desde la administración anterior.
“Es un primer anuncio que incluye parte de los proyectos del año pasado, pero al que ya se pudieron agregar otros”, refirió el conferencia virtual el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar.
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El empresario indicó que debido a la crisis por la pandemia muchos de los 147 proyectos anunciados en noviembre como parte del Acuerdo Nacional de Inversión en Infraestructura del Sector Privado ya no tienen la misma rentabilidad económica que en esa fecha, por lo que tuvieron que replantearse.
“Eso no quiere decir que los proyectos van a quedar sin ejecución, simplemente lo que haremos es anunciar los que ya están listos para ser ejecutables o ya están en fase avanzada”, indicó.
Este lunes, desde Palacio Nacional, se anunció el plan de Acciones y Proyectos para Apuntalar la Reactivación Económica, con 39 proyectos con una inversión de 297 mil 344 millones de pesos.
De dichos proyectos, siete ya están en ejecución, algunos desde el año pasado, y 32 se tratan de inversión nueva. Sin embargo, varias de estas obras ya habían sido anunciadas. Entre ellas, destaca la construcción del Tren México-Querétaro, con un costo de 51 mil 300 millones de pesos.
La obra fue un compromiso del presidente Enrique Peña Nieto al inicio de su administración, pero fue suspendida en noviembre de 2014 luego de licitarse, por presuntos actos de corrupción entre Grupo Higa, empresa que era parte del consorcio ganador, y esa administración.
El paquete anunciado este lunes retoma 11 proyectos que fueron presentados en noviembre pasado, algunos con un incremento en su costo, como la autopista Real del Monte-Entronque Huasca, que pasó de 822 millones de pesos a dos mil 650 millones. La construcción de un ramal del Tren Suburbano de Lechería al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, que en noviembre de 2019 se presentó con un costo de 10 mil millones de pesos, figura en el nuevo plan con una inversión de 12 mil 565 millones de pesos.
Entre los nuevos proyectos se integraron cinco obras en el sector energético, entre las que destaca una coquizadora en la refinería de Tula con un valor cercano a 55 mil millones de pesos.
Esta obra tiene su origen en 2013, cuando el gobierno de Peña Nieto la planteó con el propósito de elaborar productos de mayor valor a partir de la conversión de residuales.
En noviembre de 2019 se dejaron fuera proyectos energéticos con la promesa de que un paquete sería presentado en enero. Este anuncio se fue retrasando hasta que en marzo estalló el brote de Covid-19 en el país, lo que detuvo planes de inversión y proyectos de infraestructura.
Destaca además que los cinco proyectos energéticos presentados este lunes son de energías convencionales. El presidente del CCE señaló en una conferencia de prensa virtual posterior que el próximo mes podrían presentar un nuevo paquete de proyectos, los cuales incluirán energías renovables.
“En el plan de energía existen muchos proyectos que los hemos estado analizando uno por uno y se irán anunciando en la medida que tengan un programa de financiamiento, alguien que los pueda promover y que tengan medido el impacto económico y social”, indicó.
De acuerdo con Salazar, el paquete anunciado ayer es el primero de varios que se presentarán conforme el Gobierno Federal libere permisos y se tengan más elementos para arrancar con otras obras.
En la conferencia matutina, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, refirió que se acordó un proceso para identificar primero los proyectos potenciales, los cuales pasan después a una etapa de análisis, la formulación ya específica de los proyectos, la aprobación y la ejecución de los trabajos de construcción.
El presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), José Manuel López Campos, apuntó que cada mes se anunciarán nuevas inversiones hasta llegar a la meta de que la inversión en infraestructura sea equivalente a 25 por ciento del PIB.
Al respecto, Gabriela Siller, directora de Análisis Económico Financiero de Banco Base, opinó que dicha meta se ve poco probable sin estímulos o acciones extraordinarias, dado que la inversión lleva 17 meses consecutivos con caídas anuales y se estima que podría seguir a la baja al menos hasta diciembre.
Recordó que en 2019 la inversión total en México superó cinco billones de pesos, equivalentes a 20.9 por ciento del PIB, y para que este indicador representara ese año una cuarta parte de la producción de la economía debió ser 1.3 billones de pesos mayor a lo observado.
“La inversión tiene como determinantes los ingresos de las empresas, el cambio en las expectativas económicas, la tasa impositiva y la tasa de interés. Por el Covid-19, los ingresos de las empresas han caído, mientras que se mantiene la incertidumbre”, apuntó la analista.
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