Petróleos Mexicanos (Pemex) confirmó que a finales de noviembre de 2020 su filial PTI Infraestructura de Desarrollo (PTI-ID), creada en junio de 2019 y que está a cargo de la construcción de la nueva refinería de Dos Bocas, firmó un contrato de servicios de ingeniería y adquisiciones para tres hornos de coquización retardada para el proyecto por 100 millones de euros.
La construcción y traslado de estos insumos está calculado en dos años, por lo que la refinería no estará concluida en 2022.
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El pasado 18 de octubre, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, realizó una visita a Paraíso, Tabasco, para supervisar los avances de la refinería de Dos Bocas, que hasta ese momento se ubicaban en 24 por ciento.
Ahí, el mandatario aseguró que las nuevas instalaciones de Pemex estarían listas el 1 de julio de 2022, para celebrar los cuatro años de su triunfo electoral.
“Sigue en pie el compromiso que hicimos en junio de que vamos a inaugurar esta refinería en 2022. Quedamos que se va a inaugurar el 1 de julio cuando los mexicanos decidieron, en 2018, decir basta al régimen de corrupción al régimen de impunidad, injusticia y de privilegios”.
Los hornos de la coquizadora son considerados como equipos de largo tiempo de entrega, o LLI, y deberían haberse solicitado desde principios de 2019 para cumplir con el cronograma, pero por las diferencias entre la Secretaría de Energía y la Dirección General de Pemex no se pudo constituir PTI-ID, consideraron fuentes del sector.
Los servicios de ingeniería y adquisiciones para los hornos estarán en manos de la empresa italiana Maire Tecnimont que obtuvo los contratos a través de su subsidiaria Kinetics Technology, de acuerdo con el reporte hecho por el diario italiano, Milano Finanza.
Lo que ya se tiene en México y será presentado esta mañana en la conferencia de prensa en Palacio Nacional será la llegada de los primeros equipos del proyecto que llegan al sitio que es la planta desaladora de crudo que es una planta de proceso necesario para poder utilizar el producto que llegue de los yacimientos.
Otros equipos que ya se tienen en el sitio de construcción de la refinería (campo) son las torres de separación de las unidades de destilación combinada. De acuerdo con las fuentes, la realización de todos estos procesos tiene al menos un año de preparación e ingenierías.
LA COQUIZADORA
Fuentes de Pemex confirmaron a El Sol de México que el contrato cerrado con Kinetics Technology incluye la ingeniería para la construcción modular de tres hornos de coquización retardada que se entregarán a la empresa del Estado y, de hecho, serán instalados bajo la responsabilidad del operador, en este caso Pemex.
Cabe destacar que estos tres hornos constituirán una de las coquizadoras más grandes del mundo, probablemente con una capacidad de recuperación superior a 80 por ciento.
Se busca, de esta manera, producir una mayor cantidad de destilados de alto valor agregado, la última coquizadora de Pemex que se puso en marcha en el país fue la de Tula en noviembre de 2017. El costo promedio de las plantas coquizadoras como la inaugurada en Tula fue de unos dos mil millones de dólares, que es la más grande que ahora se tiene en México; según los reportes de la paraestatal en 2017.
Según Milano Finanza, los contratos consolidan el posicionamiento de Maire Tecnimont en su negocio principal y son una prueba más de la resiliencia de su estrategia impulsada por la tecnología, a pesar de la situación actual debido a Covid-19 según Pierroberto Folgiero, CEO del grupo Maire Tecnimont.
La empresa señaló que los nuevos contratos fueron apreciados por los inversionistas porque no esperaban un pedido en el sector de refinación dado el nivel muy débil de los márgenes, así como por la ausencia de más contratos para fin del año 2020.
PLAN DE AMLO
De acuerdo con el mandatario federal, en México no se construye una refinería hace más de 40 años.
En su visita a Dos Bocas, en octubre del año pasado, López Obrador, sostuvo que no van a faltar los recursos y aseguró que el gobierno federal, la Secretaría de Energía y Pemex supervisan que las empresas involucradas, tanto nacionales y extranjeras, se están aplicando a fondo para terminar con “mucha responsabilidad”.
Abundó en que para 2023 ya se tendrán rehabilitadas todas las refinerías del país y se podrá lograr la autosuficiencia con una producción de 1.5 millones de barriles de petróleo diarios.
El mandatario federal quiere sustituir las importaciones de gasolinas, que en su mayoría provienen de Estados Unidos.
De acuerdo con cifras de Petróleos Mexicanos, casi siete de cada 10 litros de gasolina que se compran en el país provienen del exterior.
"Queremos procesar en México todo el petróleo crudo y no comprar gasolinas y otros combustibles en el extranjero. Queremos ser autosuficientes. Si hubiésemos continuado con la anterior estrategia, no se hubiese iniciado esta obra ni se hubiese invertido en la modernización de las seis refinerías existentes. Estaríamos sólo perforando pozos para extraer petróleo y materia prima al extranjero y comprando cada vez más gasolinas", añadió López Obrador el 18 de octubre.
El 11 de enero, la Sener reportó que ya inició con la Fase 2 de la la refinería.