Con sus 45 metros de ancho y 4.5 kilómetros de longitud, la pista central del aeropuerto de Santa Lucía será la más larga del país. La Sedena asegura que esa extensión permitirá la llegada de aviones tan grandes como el Airbus A380.
La pista que se construye en la zona del municipio de Tecamac, Estado de México, supera a una de 4.2 kilómetros que está en el aeropuerto de Toluca, y será similar a otras en las terminales internacionales de Barajas, en Madrid, España, o en Dubái.
En la pista central de Santa Lucía ya se aprecia el aplanado en un tramo de la pista. Su espesor le permite soportar todo tipo de aeronaves, incluso el Airbus A380, asegura el ingeniero militar Benito Pavón Varela, responsable de uno de los 17 frentes de construcción de la terminal que oficialmente se denominará Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
En su primera fase, esta terminal considera tres pistas, dos de aviación civil y una militar. Las primeras, una de 4.5 kilómetros y otra de 3.2 kilómetros tienen una separación entre sí de 1.6 kilómetros, "lo que nos da la posibilidad de tener vuelos trabajando independientemente, es decir dos vuelos pueden llegar al mismo tiempo o despegar al mismo tiempo", explica el teniente coronel durante un recorrido de El Sol de México por la zona de obras.
Al centro de las dos pistas se construye la Torre de Control de 88 metros de altura para la gestión de operaciones de despegue y aterrizaje basadas en instrumentos, es decir, que para sortear problemas de visibilidad utilizará tecnologías satelitales y de radioayuda.
"Queda más que verificado que por la separación, por las dimensiones de las pistas nos permite el aterrizaje de cualquier tipo de avión. Comparando con el aeropuerto de la Ciudad de México, ahí las pistas tienen tres mil 800 metros (...) allá bajan Airbus 380 categoría F, salen a media carga, sin embargo despegan. Aquí la idea es que salgan esos aviones pero con carga plena".
El ingeniero militar detalla que son 840 militares lo que laboran en el aeropuerto, y seis mil 476 trabajadores civiles, desde ayudantes de obra, herreros, electricistas, operadores de maquinaria. Pero en definitiva el control total del proyecto lo tiene y lo ha tenido el Ejército. Somos los responsables, dice, desde los estudios, los planos, diseño, ejecución y terminación.
Sin embargo, menciona que para el diseño se trabaja con Aeropuertos de París (ADP) y Navblue. "Nos han apoyado para hacer este estudio (de aeronavegabilidad)", y también otras secretarías del Estado como la de Comunicaciones y Transportes, menciona el ingeniero.
“Tenemos plena confianza (en concluir en la fecha prevista) porque todo el poder del Estado está literalmente trabajando a la par. En esta obra se ve un empuje para el mismo lado”, concluye.
De acuerdo con el programa de inversión previsto por la Sedena, el costo total del AIFA será de 95 mil 260 millones de pesos, menos de una tercera parte de lo que terminaría costando el fallido aeropuerto de Texcoco.
En julio pasado, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, justificó la cancelación del aeropuerto en Texcoco, entre otras razones, por el sobrecosto, el cual, dijo, se proyectó en 168 mil millones de pesos pero, al suspenderse, ya tenía un costo cercano a los 300 mil millones.
El proyecto en Tecamac sería inaugurado el 21 marzo de 2022, pero seis meses antes (en octubre de 2021, aproximadamente) deberán estar concluidas las obras para iniciar un periodo de pruebas.
En su primera etapa se prevé que atienda a 20 millones de pasajeros y ayude, junto con la terminal de Toluca a reducir la saturación del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés), que representa a las aerolíneas comerciales ha expresado dudas sobre la seguridad de un sistema de aeropuertos.