El Pleno del Senado ratificó ayer por unanimidad el Convenio 98 de laOrganización Internacional del Trabajo (OIT)que protege a los trabajadores contra actos que vulneren su libertad sindical y ordena al Estado impulsar procedimientos de negociación.
El Ejecutivo pidió ayer al Senado ratificar este documento y el trámite se dio en fast track pese a la inconformidad de los empresarios, quienes exigían abrir el debate e involucrar al sector productivo.
El Ejecutivo enfatizó que la ratificación de este convenio se sumará a los compromisos asumidos por México a nivel internacional, en materia laboral, para garantizar el pleno goce de la negociación colectiva a los trabajadores. Una vez aprobado el convenio, la iniciativa privada fijó su posición y reprochó que la discusión se haya dado de manera apresurada porque, argumentó, viola el Convenio 144 de la propia OIT al no realizar consultas entre gobierno, representantes de patrones y trabajadores.
Trascurrieron casi 70 años de que fue emitido el documento por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y a tresaños de que fue firmado por el presidente Enrique Peña Nieto.
Para el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), el Senado debió esperar a que fuesen instaladas las comisiones de Trabajo y Previsión Social y de Relaciones Exteriores para analizar dicho instrumento y consultar a los actores involucrados, es decir a las organizaciones que representan a trabajadores y empleadores.
En tribuna la bancada de Morena festejó que no haya más contratos de protección, no más explotación de los trabajadores, bajos salarios y corrupción. El líder minero Napoleón Gómez Urrutia afirmó que el país tiene una deuda histórica con la clase trabajadora, que con la ratificación del convenio “todo cambiará: reconstruir el sindicalismo y reivindicar el derecho de los trabajadores’’.
“Este es un derecho que hoy tiene justicia, el dictamen emitido el 30 de noviembre de 2015, es hacer historia. Acabar con sindicatos blancos, contratos de protección, con jornadas de más de ochos horas, salarios mediocres, prestaciones paupérrimas y los salarios más bajos de Latinoamérica’’, argumentó.
El PRI votó a favor, pero advirtió en voz de Carlos Aceves del Olmo, líder de la CTMy presidente del Congreso del Trabajo, que la ratificación del convenio, sin la consulta a los sectores, “puede traducirse en la incertidumbre en las inversiones."
El abogado Oscar de la Vega, socio director De la Vega & Martínez Rojas, explicó que a consecuencia de la ratificación de este convenio los trabajadores deberán gozar de una absoluta libertad para adherirse o no a un sindicato, o dejar de pertenecer al mismo, pues no podrá ser condición para su empleo el estar afiliados a una organización sindical.
Además, los sindicatos deberán estar libres de cualquier injerencia de los patrones en sus actividades, incluyendo el pago de cuotas sindicales.
Destacó que los patrones no podrán organizar los sindicatos y se considera injerencia que los patrones financien sindicatos. Éstos solo deberán sostenerse con las cuotas de sus agremiados.