Puede sonar como un truco de marketing, pero los fundadores de la primera comunidad LGBT+ cryptocurrency aseguran que quieren aprovechar el poder económico de la comunidad con el objetivo de "cambiar el mundo".
El “Maricoin” -juego de palabras relacionado con el término que inicialmente era un insulto homofóbico- se lanzó el viernes pasado en una prueba piloto de una semana, en la que participaron diez empresas LGBT+ del barrio madrileño de Chueca.
Los patrocinadores del “Maricoin” apuntan a que la moneda virtual comenzará a operar a principios del 2023, allanando el camino para que se utilice como medio de pago en negocios y eventos LGBT-friendly de todo el mundo.
"Ya que nosotros movemos esta economía, ¿por qué nuestra comunidad no debería beneficiarse de ello en lugar de bancos, compañías de seguros o grandes corporaciones que a menudo no ayudan a las personas LGBT+?" dijo el cofundador de la iniciativa, Juan Belmonte.
Belmonte, quien se dedica a la peluquería, dijo que la idea de la criptomoneda LGBT+ se le ocurrió mientras estaba de fiesta con amigos en el evento del Orgullo de Madrid en julio de este año.
Pero rastrea los orígenes del proyecto hasta 2017, cuando el grupo ultraconservador HazteOir lanzó una campaña contra derechos de las personas transgénero enviando un autobús por España con las palabras: "Los niños tienen penes, las niñas tienen vulvas. No se dejen engañar".
La campaña del grupo cristiano conservador fue rápidamente prohibida por las autoridades españolas, pero Belmonte dijo que lo hizo darse cuenta de que "tenía que hacer algo" para ayudar a aprovechar la influencia económica de la comunidad LGBT+ en la lucha contra la homofobia.
ENORME MERCADO
El mercado global LGBT+ es enorme. Según una investigación del banco suizo Credit Suisse, este se clasificaría como el mejor del mundo y la cuarta economía más grande, detrás de Japón pero por delante de Alemania en términos de poder adquisitivo.
Un estudio de 2018 realizado por Kantar Consulting y LGBT+ social red Hornet estimó el poder adquisitivo de la comunidad en Estados Unidos, que ascendió a un billón en 2016, casi igual que la de los consumidores afroamericanos o hispanos.
“Maricoin” ya cuenta con el respaldo de una firma de capital de riesgo con sede en Miami Borderless Capital, y el director ejecutivo de la iniciativa, Francisco Alvarez, dijo que 8 mil personas ya estaban en lista de espera para comprar maricoins antes de que comience a circular la moneda en los comercios.
Según sus planes, se aceptará la criptomoneda LGBT+ como pago en negocios – desde restaurantes y cafeterías hasta tiendas y hoteles- que han firmado un "manifiesto de igualdad".
Entre otras cosas, el manifiesto defiende los derechos de personas LGBT+ y de "todas las personas que sufren exclusión", además de abogar por una economía "social, ética, transversal y transparente".
"Los establecimientos que acepten nuestra moneda serán listados en nuestro mapa, que funcionará como una guía LGBT+ para cualquiera que visite cualquier ciudad del mundo", dijo Álvarez.
La moneda también tendrá su propio lenguaje relacionado con LGBT+, ya que las transferencias entre usuarios de maricoin se denominarán "trans".
Álvarez y Belmonte también esperan que la empresa pueda generar una fuente de financiamiento para empresas y comunidad LGBT+ y otras iniciativas a nivel mundial.
"Vamos a poder dar microcréditos para que la gente ponga una pequeño café LGBT+ en Colombia o para apoyar proyectos y ayudar a los refugiados homosexuales a huir de países donde serían hasta apedreados", dijo.
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