La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC por sus siglas en inglés) en E.U, fue la encargada de iniciar las investigaciones contra las marcas Apple y Samsung en el norte de California, ya que algunos de sus modelos presuntamente superan los niveles permitidos de radiación y podrían estar afectando la salud de los usuarios.
Basándose en numerosos estudios científicos que han arrogado que la exposición a las radiaciones de radiofrecuencias afecta a los organismos vivos, diversos pobladores se unieron para presentar una demanda colectiva contra las empresas.
En las demandas se señala que estas marcas tenían conocimiento del daño que podrían causar a los propietarios de estos equipos; de acuerdo a estos señalamientos serían los equipos Galaxy S8, Galaxy S9, Galaxy J3, iPhone 7 , iPhone 8, entre otros.
Algunos de los posibles efectos nocivos serían las radiaciones, nauseas, vómito y fatiga; los más riesgosos daños genéticos, cáncer, déficit de memoria y algunos desórdenes neurológicos.