Las tortillerías de las colonias de México quedaron fuera del plan contra la inflación que presentó el gobierno federal el miércoles, por lo que el gremio tortillero no descarta que haya aumentos en el precio del alimento y previó alzas de hasta 30 pesos por kilo en algunas localidades del país.
El presidente del Consejo Nacional de la Tortilla, Homero López García, descartó que pueda haber un freno en el alza del precio de este producto fundamental en la dieta de los mexicanos.
➡️ Desde los puestos de comida hasta el supermercado, los precios ahorcan al monedero
López García dijo a El Sol de México que los tortilleros no fueron convocados por el gobierno federal para participar en el plan contra la inflación presentado en Palacio Nacional.
Comentó que el plan del presidente Andrés Manuel López Obrador se realizó con el apoyo de empresarios de las tiendas de autoservicio, por lo que en las 130 mil tortillerías que hay en el país no se verán reflejadas las medidas de contención de precios.
“Esto es el comienzo de un apoyo muy grande a las grandes empresas harineras y de una laceración a la industria. No sé qué negociaciones tenga el Presidente con estas empresas, pero hoy dejan en estado de indefensión a las tortillerías y, con ello, a la población”, dijo.
Datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) señalan que 90 por ciento de las ventas de tortillas en el país se realiza en estos establecimientos, es decir, solo uno de cada 10 kilos se expende en las tiendas de autoservicio.
El representante del gremio tortillero recalcó que en algunas entidades como Sonora, el precio del kilo de tortilla está cerca de los 30 pesos y que sigue en aumento, en virtud de los altos costos en insumos como el maíz, energéticos y refacciones.
Dijo que para evitar un alza en el precio del alimento se requiere primero que se garantice la estabilidad en los costos de los insumos.
“Nosotros hubiéramos estado en una apertura para buscar la solución y hubiéramos puesto nuestras demandas en la mesa, como evitar que suba el gas, el combustible, la harina, el maíz. No sabemos qué nos hubieran respondido”, apuntó.
López García destacó que desde su fundación el Consejo Nacional de la Tortilla ha buscado blindar al negocio tradicional y, al mismo tiempo, la estabilización del precio de la tortilla para que la gente pueda consumir el producto que necesita.
Apuntó que en lo que va de la presente administración el precio del kilo de este alimento ha aumentado entre cinco y siete pesos, un incremento que por lo regular se había registrado en todo un sexenio. Ahora, esta alza se ha dado en apenas la mitad de la actual administración de la Cuatroté.
En ese sentido, el dirigente criticó que el plan contra la inflación solo haya considerado la alianza con las grandes empresas.
El Consejo Nacional de la Tortilla mostró apertura al diálogo e incluso reconoció la intención de acercamiento por parte de la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier. Pero López García consideró que en el actual gobierno solo el Presidente toma las decisiones y los demás funcionarios carecen de esta cualidad.
Sobre las medidas anunciadas por el gobierno para contener la inflación, el director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, Juan Carlos Anaya, reconoció que hay tranquilidad en las cadenas productivas de industriales y distribuidores por no anunciar un tope de precios.
Destacó que hubo avances en el diálogo entre el gobierno y los empresarios, pero consideró que será complicado mantener bajos los precios de varios productos de la canasta básica, debido a que están atados a precios internacionales. Tal es el caso del maíz, que se encuentra en sus niveles más altos históricos y sujeto a una gran volatilidad debido al conflicto en Ucrania.
Indicó que para la producción y el transporte de mercancías, las empresas dependen de los precios de los energéticos, y que si bien el gobierno brindará apoyos que tendrán un costo de 380 mil millones de pesos en los ingresos de la Federación, seguirá habiendo impacto ante la volatilidad de los insumos.
La Secretaría de Hacienda presentó miércoles el plan antiinflación en conjunto con el sector privado, con el que buscan, entre otras medidas, aumentar hasta en 4.8 millones de toneladas la producción de granos como maíz, frijol y arroz, para frenar el aumento de precios. Se trata de 15 acciones que, además del aumento en la producción de granos, incluyen el congelamiento de peaje en carreteras y la eliminación de aranceles en la importación de fertilizantes, entre otros.
La iniciativa tendrá una vigencia de seis meses con una revisión cada 15 días y podrá extenderse en un periodo similar.