El incremento de más de 23 por ciento que registraron las gasolinas a lo largo de 2017 mermó la recaudación por el uso de automóvil.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la recaudación por concepto del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), a gasolinas y diésel se desplomó casi 29 por ciento durante el periodo comprendido de enero a noviembre de 2017, con relación al mismo lapso de 2016.
Durante los primeros once meses del año pasado se obtuvieron por dicho concepto 199 mil 079 millones de pesos, inferior a los 263 mil 545 millones obtenidos en el similar periodo de 2016.
Al respecto, cabe recordar que fue en enero de 2017 cuando el gobierno federal comenzó una liberación escalada de los precios de la gasolina, como parte de lo estipulado en la reforma energética de 2013. Ante ello, especialistas como Ernesto O´Farill, presidente de la Comisión de Análisis Económico del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), destaca la necesidad de concretar una nueva reforma fiscal que fortalezca los ingresos del erario a través de fuentes sostenibles, como una tasa generalizada del IVA.
Y CONTINÚA REZAGO
La importación del combustible aumentó 74.4 por ciento entre 2012 y los primeros 11 meses de 2017, según indicadores de Pemex.
La desinversión en Pemex ha disparado la importación de combustibles, según especialistas.
De acuerdo con indicadores de Pemex, el volumen de importaciones de diésel en 2012 fue de 133 mil 600 barriles diarios; a su vez, en los primeros 11 meses de 2017 esas compras al exterior se elevaron a una media de 233 mil 100 barriles diariamente.
Cabe señalar que, a juzgar por referencias de la petrolera, el valor de las importaciones de petrolíferos que incluyen el diésel, combustóleo, gasolinas y gas licuado, entre otros, costó a la empresa productiva del Estado, un promedio de 21,180.2 millones de dólares entre enero y noviembre de 2017.
Para el catedrático de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Pablo Trejo Pérez, ha habido una desatención programada de Pemex, al grado de que no se invirtió el dinero suficiente para modernizar a esta empresa ni mantenerla productiva.