Veracruz tiene sólo siete municipios con muy alta inclusión financiera en el país. De los 59 sitios ubicados en este rango en el país, los mejor ubicados son La Antigua, en 10, Boca del Río en 11, Orizaba en 18 y Xalapa en el sitio 30.
De acuerdo con el índice Citibanamex de Inclusión Financiera: entidades federativas y municipios, también están entre los que tienen más servicios bancarios Poza Rica en el lugar 49, Veracruz en 58 y Coatzacoalcos, el 59.
En lo que se refiera a la entidades, expone que Veracruz ocupa el sitio 21 a nivel nacional y su estrato es de nivel bajo.
Señala que las entidades con mayor inclusión financiera corresponden
en gran medida a las de mayor desarrollo económico. La clasificación estatal de la inclusión financiera brinda la oportunidad de ubicar los mayores rezagos en la materia a lo largo del país. Los resultados, de primera mano, confirman nuestra percepción de la divergencia regional que existe en México en diversos indicadores socioeconómicos.
La Ciudad de México es la de mayor inclusión financiera en el país, mientras que las entidades más rezagadas se ubican en el sureste.
Asimismo, expone que mientras que a nivel mundial 69% de los adultos tiene una cuenta bancaria, en México sólo la tiene el 37%. De acuerdo con el Informe de Inclusión Financiera de Citibanamex, en el mundo, alrededor de mil 700 millones de adultos permanecen no bancarizados, la mayoría es de países en desarrollo; casi la mitad vive en sólo siete economías: Bangladesh, China, India, Indonesia, México, Nigeria y Pakistán.
Este estudio aporta cifras del Banco Mundial sobre la inclusión financiera que es el tener acceso a productos y servicios financieros útiles y asequibles que satisfagan necesidades de transacciones, pagos, ahorros y créditos.
Otros datos importantes relevantes es que 56% de todos los adultos no bancarizados son mujeres. Las personas más pobres también representan un porcentaje desproporcionado entre los no bancarizados. En el mundo, la mitad de los adultos no bancarizados pertenecen al 40% de los hogares más pobres dentro de su economía; la otra mitad es del 60% más rico.
Agrega que hay más probabilidades de que los adultos no bancarizados tengan un nivel educativo más bajo. Hay menos probabilidades de que las personas laboralmente activas no estén bancarizadas.