Con más de 30 años al frente del grupo La Ley, siendo uno de los cantantes pop rock más protagónicos del mundo hispanohablante, cualquiera creería que, con esa trayectoria, Beto Cuevas es un artista consolidado. Pero él piensa diferente: “Para mí, Jesucristo súper estrella es mi graduación como cantante de rock”, dice en entrevista con El Sol de México.
El intérprete chileno suelta esa declaración cuando se le pregunta qué significa para él interpretar a Jesús en la ya afamada obra de Broadway, uno de los musicales más representados de la historia.
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A sus más de 50 años, Beto Cuevas se sintió casi tocado por Dios cuando Alejandro Gou le ofreció el papel. En un inicio, dice, quería ser Judas, pues no se sentía con el atrevimiento suficiente para pedir el papel de Jesucristo. “No es un personaje que tú puedas elegir, es algo que te deben regalar”, asegura. Y así sucedió.
Con un elenco también conformado por María José, Erik Rubín, Leonardo de Lozanne y Enrique Guzmán, Jesucristo súper estrella se presentará del 1 al 10 de octubre en el Centro Cultural Teatro 1. Escrita y compuesta por Andrew Lloyd Webber y Tim Rice en 1971, esta obra es una ópera rock que nos regala una mirada contemporánea acerca de los Evangelios. Y en esta versión adaptada para el público mexicano, Jesús es un influencer, explica el protagonista.
"Jesús ha sido el influencer más importante de todo el mundo. Es alguien que ha influido en todas las prácticas religiosas del mundo y que es respetado por todos los credos, aunque no siempre estén de acuerdo con sus preceptos", afirma Cuevas. "Pero Jesucristo —observa— también fue muy criticado porque era alguien que no tenía prejuicios, por ejemplo, con las prostitutas. Para él todos eran hijos de Dios".
El ex vocalista de La Ley ya conocía la obra desde hace mucho por eso reconoce que le sorprendió cuando le propusieron unirse al elenco. Él nunca había hecho teatro musical. Dice que no es lo mismo cantar canciones suyas que cantar temas de otros en una puesta en escena. "No soy Beto Cuevas arriba del escenario", afirma.
"En este papel descubrí que a Jesucristo debes aprenderlo de adentro hacia afuera, del corazón hacia el cuerpo. No puede ser al revés. No debes fijarte en el físico, el pelo largo o la barba, sino en la sustancia", señala Cuevas.
Para él, protagonizar Jesucristo súper estrella es una "graduación", tras más de 30 años de trayectoria musical. El papel que ahora interpreta, dice, en algún momento también perteneció a Ian Gillan, el vocalista de Deep Purple, cuya voz fue utilizada para la película homónima.
Antes que una experiencia profesional, Beto Cuevas define su participación en Jesucristo súper estrella como una experiencia espiritual. Asegura que recrear los azotes, la crucifixión o los momentos con María Magdalena fueron episodios que trascendieron la fama, el éxito o cualquier bálsamo al que suelen estar acostumbrados los artistas de su calado.
“Insisto en que la graduación suprema de cualquier cantante de rock es Jesucristo súper estrella”, concluye.