El standupero y escritor Alex Fernández aún recuerda la primera vez que se subió a un escenario para hacer reír a la gente: Había salido de la oficina y, aún con el gafete de trabajo colgando de su cintura, se dirigió al Woko Comedy Club, donde se paró frente al micrófono con un texto que, a su parecer, “no daba nada de risa”. El público tampoco era el mejor del mundo, dos borrachos y 13 comediantes en busca de lo mismo, risas. Sin embargo, ahí descubrió que la comedia era su mero mole.
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Casi 10 años han pasado de aquel momento y el comediante, con todo el reconocimiento ganado tras varios proyectos e incluso una presentación en el Auditorio Nacional, celebra su efervescente trayectoria, con su nuevo show, que estrenará en el Teatro Metropolitan, el 12 de diciembre.
CARTA DE AMOR AL STAD UP
“Nunca dimensioné nada de lo que está pasando, yo nada más quería subirme a un escenario, divertirme y divertir a cierto público. Eventualmente esta cosa creció y se ha convertido en lo que es, gracias principalmente al público que se quiere entretener con lo que digo y cómo pienso”, dijo Alex Fernández, en conferencia de prensa, sobre la respuesta a su trabajo.
El comediante explicó que la idea de este espectáculo será una “carta de amor al stad up en México”, para el que tendrá invitados especiales. Presentará parte de su trabajo de shows anteriores, pero también actuales, así como nuevos, todo revisitado y “peinado” nuevamente.
“Creo que es una celebración importante para mí, somos un gremio que se ha ido profesionalizando poco a poco. Entonces, se me ocurrió hacer un fiestón, un loquerón para poder festejar estos 10 años”, puntualizó el comediante.
LA COMEDIA ES TRABAJAR CON EL AHORA
Durante la conferencia, Alex reflexionó sobre el papel de la comedia en el mundo de las expresiones dramáticas y refirió al escritor y filósofo francés Albert Camus. “Él dice que el comediante es elperformer del ahora, porque es alguien que no trabaja en un legado, trabaja en el presente. Yo creo que los comediantes a eso nos dedicamos, a trabajar en el ahora y con el contexto social en el que vivimos”.
Con esta idea de la futilidad de la comedia y la palabra, en entrevista con El Sol de México, abundó: “Creo que hay que ser claros en quién dice y qué es lo que dice en un escenario, porque claramente si algo se entiende como un absurdo, es un absurdo. Creo que tiene que ver con como lo presenta el comediante. En mi caso las palabras son muy importantes, y creo que el comediante vive en el presente y se alimenta de la fotografía que es la sociedad”.
Alex se ve a sí mismo como parte de una segunda generación de standuperos, que han terminado de cambiar el humor mexicano, el cual era muy limitado por el poder de la televisión. De ese momento, dice que, aunque todos tenían sus buenos momentos había algunos que destacaban por ser diferentes, como Héctor Suárez, que no sólo era entretenimiento, sino también alguien con un mensaje.
“Ahora hemos evolucionado a una variedad muy interesante. No recuerdo ningún otro punto en la historia de la comedia en México en la que tengamos cabaret, comediantes, personajes, stand up, shows de dragas, todo un ecosistema muy variado. Y si le das zoom a cada uno, tendrás a gente como Carlos Ballarta, que entrega un texto muy bien pensado, con comentarios fuertes de temas difíciles o Franco Escamilla, que ha sido más transicional. Hoy hay de todo y para todos, pero creo que internet ha sido la plataforma importante para que esto suceda”.
Estos cambios, considera, también han cambiado la forma en la que nos reímos los mexicanos, así como de los temas. “Antes era más de mucha picardía, pero ahora hay un componente social muy interesante. Por ejemplo, ahora veo que hay toda una expresión de las distintas clases sociales que ‘luchan entre sí’, gente que se burla entre izquierda y derecha. Es una batalla que luego más que chistosa es violenta, pero esas cosas no las teníamos. Yo apunto que son dinámicas que tienen que ver con el aparato de redes sociales y cómo están hechas para hacer chocar ideologías, pero definitivamente antes el mensaje de los comediantes era mucho más plano”, agrega.
Alex ha construido su comedia con varios de sus gustos, entre ellos los literarios, como lo es el escritor Jorge Ibargüengoitia; además de productor mediáticos, marcados por una influencia tanto norteamericana como mexicana, como los capítulos de los Simpson y South Park; además de otros personajes íconos de la televisión mexicana, como Andrés Bustamante, a quien admira, respeta y ve como ejemplo; aunque también admite, que por supuesto hay algo de la Hora pico entre sus influencias.
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Luego de haber participado en proyectos como Stanparados, en el que participó con Adal Ramones y Adrián Uribe, y LOL: Last One Laughing, presentado por Eugenio Derbez, Alex comenta que en realidad cada uno de sus proyectos y las relaciones que han emanado de ellos han sido grandes lecciones.
“Uno ve a una persona que tiene autoridad mediática, como inalcanzable y da por hecho que son buenos por sí mismos; pero al trabajar con ellos, como es el caso de Adal, ves que tiene experiencia y que trae consigo una caja muy grande de herramientas, para hacer con un texto pequeño un buen monólogo. Así que siempre estoy viendo qué les aprendo”, finaliza el comediante, quien anhela a futuro llevar su humor a muchos más formatos, como series, películas, libros y hasta comics.
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