Antulio Jiménez Pons es un talento pionero de la televisión, gracias a su don de mando y a su habilidad para la organización, ha forjado durante siete décadas de historia de la televisión en México una de la carreras más prolíficas. Inició como floor manager (jefe de piso en un set), pasó a ser director de escena, director de cámaras hasta llegar a productor ejecutivo de telenovelas y programas musicales.
Impulsor de grandes figuras de la actuación como Ofelia Medina, Silvia Navarro, Victoria Ruffo, Christian Bach, Gabriela Roel, Vanessa Acosta, Sonia Furio , Lupita D’Alessio y más; sabe de la evolución de la televisión, pero lo que nunca se tambalea o cambia como lo afirma, es el don de mando que en él es innato, lo considera como un regalo de la vida.
Desde la comodidad de su hogar en Cuernavaca, Morelos en entrevista con El Sol de México, el creativo de 92 años talento cuenta su experiencia a propósito de los 70 años de la televisión.
"Cuando yo empecé no había telenovelas o programas, sino que eran teleteatros, con un grupo de actores cuyos diálogos se improvisaban, se transmitían para el Canal 4. También se daban los Lunes Musicales en el Auditorio de la Lotería Nacional en el piso 13. Entre los artistas que participaban llegue a ver a Rosa de Castilla, brindando su espectáculo bravío.
"También se hacían los Noticieros y hasta programas de Operetas, era impresionante, sólo con dos ao tres cámaras se hacía y todo era hasta chistoso porque lo que se tenía eran las ganas de hacer las cosas Todo esto lo viví al comenzar como floor manager. Luego en 1953 empecé a dirigir en escena Telecomedia como parte de los Teleteatros los domingos con Manolo Fábregas, Don Fernando Soler y también como directora Brigida Alexander, también pionera de la tv.
"En esa época de los años 50 comenzaban los artistas Carlos Ancira, Emilio Posadas, Georgina Barragán , Alejandro Taboada, quienes eran los que estaban de planta para la programación, cuyos contenidos eran pocos ante la demanda".
El productor contesta amablemente en torno a las dificultades con las que se enfrentaron en los inicios de la televisión.
"Eran las cámaras con mayor dificultad, porque eran cajones de metros y metros de ancho y alto, con sus lentes de 50, 35 y 90 mm. Se cambiaban con las manos . Limitaciones había todas, por ejemplo, los techos que eran bajos para maniobrar con las cámaras, la iluminación se hacía con lámparas casi caseras. Y salía el trabajo con muchas ganas y corazón de los que participabamos".
Don Antulio también recuerda en la charla que hay oficios que ya desaparecieron. "En la parte técnica siempre hay oficios: los camarógrafos, el floor manager, directores y ayudantes generales. Me toco dirigir cámaras y hasta hacer escenografías, fui muy entusiasta, para que todo saliera bien, me encargaba de varios oficios hasta de carpintería, porque yo manualmente hacía la escenografía para mis programas”.
Jiménez Pons que debutó como actor infantil en un pequeño papel en la joya fílmica Los olvidados de Luis Buñuel, rememora cuál ha sido el mejor día en la pantalla chica para él.
"Cuando se me da la responsabilidad de transmitir un programa para 50 o 60 personas, que saliera todo bien y como dije antes eran los teleteatros, era muy interesante mi trabajo, para mí todos los días han sido importantes y buenos".
El creativo destaca los hechos históricos que han marcado la pantalla chica. "La TV ha transmitido tantos eventos como la llegada del hombre a la Luna, lo cual fue impresionante y emocionante, los sismos también, son tantos experiencias de gozo y de tristeza".
También fue testigo del paso de los teleteatros a los melodramas grabados. "Las telenovelas son buenas, aunque ahora algunas teleseries hacen apología a la violencia, no deberían de proliferar porque son un mal ejemplo a la niñez y la juventud . En mis inicios con los teleteatros se dieron a conocer las obras de relevantes dramaturgos".
Antulio Jiménez Pons aún se siente con energías para ir a una oficina o a un foro para grabar contenidos como lo hizo en su momento para Televisa y TV Azteca.
"Me siento bien por lo que se ha hecho en la televisión y no sólo ha sido labor de sólo una persona, sino de equipos: técnicos, actores, directores, productores y escritores que con sus guiones entretienen a la audiencia".
Tras 70 años de trabajo, para él no hay descanso. “Mi organismo no se acostumbra. A a mí me hace mucha falta andar corriendo de un lugar a otro. Tengo 90 años todavía puedo seguir dando lata. Yo siempre he hecho lo que se ha tenido que hacer ".