Mientras espera la fecha para volver a los foros de televisión para grabar la nueva temporada de Una familia de diez, Daniela Luján se da el tiempo para participar en la versión teatral de esta comedia televisiva, en La tiendita de los horrores y en Zaratustra.
Aunque de pronto extraña la pantalla chica, Luján reconoció que “el teatro es la mejor escuela para el artista, tan sólo es lo que te implica subirte a un escenario, el hecho de entrenar tu memoria, el de crear el perfil de tu personaje y el reto que implica cada función, donde un público te exige cosas distintas, aunado a los detalles o los errores, de entrar a tiempo en cada escena o que de repente se cayó la escenografía. Eso es lo divertido del teatro”.
En La tiendita de los horrores, Daniela Luján hace el papel de Audrey, empleada de una florería que está a punto de quebrar, que junto con su compañero Seymour siempre ponen en apuros a Mushnik, el dueño del lugar.
Un día Seymour, se encuentra una plantita rara y la lleva a la tienda. A partir de ese momento, a la tienda le llega la suerte y con esto, la planta empieza a crecer de manera impresionante que llega a asustar al dueño, porque no es vegetariana, sino carnívora.
CONTENTA Y CON RETOS
Daniela Luján, a diferencia de otras artistas, no carece de trabajo. Mantiene tres obras en paralelo: Zaratustra, Una familia de diez y ahora La tiendita de los horrores.
“En teatro me siento muy contenta y eso me lleva a no buscar de manera formal trabajo en televisión y tengo retos novedosos en cada proyecto teatral. A lo mejor después buscaré algo más con ganitas en televisión”.