Si muchos se inclinan en pensar que la política es seria, se equivocan, un grupo de excelentes actores muestran a los candidatos a la Presidencia de una manera divertida y también cínica en la puesta en escena El Privilegio de Mandar Cara a Aara, donde cada uno mostrará sus mejores cualidades y también las peores, con tremendas carcajadas del público que celebra cada chiste y palabra en doble sentido que se presenta.
Con las actuaciones de Pierre Ángelo, Lalo España, Claudio Herrera, Christian Ahumada, Juan Frese, Hugo Alcántara, Herson Andrade, Yekaterina Kiev, Alfonso Villapando, Mariana Echeverría, entre otros, la obra transcurre en 120 minutos con un intermedio, pero la historia de la corrupción en México viene desde antes de la conquista de México, al menos es lo que demuestra el Tlatoani en turno, quien vende las riquezas del país por espejitos.
Así vemos a un Meade, Peje y Anaya y ocasionalmente a una Margarita Zavala independiente, tratando de convencer a los votantes para que lo apoyen a llegar a Los Pinos, pero las ocurrencias y sus errores en campaña son destacados en esta parodia para deleite de los presentes.También combatirán en varios escenarios, pues una lucha del Peje Skywalker que trata de derrotar a la estrella del poder y la incursión de un submarino ruso que llega justo a tiempo al rescate del Peje-mesías cuando iba a ser crucificado por los romanos Anaya y Meade, son algunas de las historias que se ganaron al público que no paraba de reír.
La parodia no podía concluir sin mostrar en el camino las opiniones de un presidente Trump que dialoga con los mexicanos, el encarcelamiento de Duarte y a un Indio Bryan con un monólogo que a decir verdad se lleva la noche, pues hizo reflexionar a los futuros votantes sobre la importancia de informarse antes de tachar la planilla, todo esto con mucho humor y en medio de diversas circunstancias que han dejado en evidencia la pobreza política que vive México.
Al final, el esperado debate entre los tres candidatos más fuertes para llegar a la Presidencia y con golpes bajos dejan en evidencia las mentiras, robos y demás actos de corrupción que cada uno carga desde sus primeras apariciones públicas como servidores públicos.