Stan Lee ha demandado por mil millones de dólares a POW! Entertainment, empresa de la que fue cofundador, por fraude, señalando que dos de sus empleados trataron de robar su identidad en un "esquema nefasto" que involucraba una venta "simulada" a una compañía china.
Lee asegura que le pidieron que firmara una licencia no exclusiva con POW para el uso de su nombre en trabajos creativos propiedad de la compañía. En cambio, lo que supuestamente firmó fue un acuerdo de asignación de propiedad intelectual "fraudulento" que otorgaba POW! "el derecho exclusivo de usar el nombre, la identidad y la imagen de Lee a nivel mundial a perpetuidad".
"Lee no recuerda que nadie le leyera el documento y, debido a su avanzada degeneración macular, no pudo haberlo leído él mismo", escribió su abogado Adam Grant en la denuncia. "Aunque el documento pretende contener la firma de Lee, él nunca lo firmó a sabiendas. O falsificaron las firmas de Lee; cogieron la firma de Lee de otro documento y la impusieron o alguien indujo a Lee a firmar diciendo que el documento era otra cosa".
El genio del cómic también les acusa de haber tomado el control de sus redes sociales y han suplantado su identidad, algo que ya abordó en Twitter.
POW! Entertainment aún no ha hecho comentarios al respecto. La compañía lanzó en abril una carta abierta a los fans mostrando su preocupación por "la conmoción en la vida personal de Lee", después de que salieran a la luz una serie de acusaciones de abuso contra su la hija de la leyenda de Marvel.