El actor español Antonio Santana consolida su carrera en la televisión. Actualmente conduce el backstage de El inframundo que comenzó transmisiones esta semana para el mercado hispanoparlante de Estados Unidos en el canal Unimás, mientras sigue en Guerreros 2021, en su segunda edición, que actualmente transmite Televisa por el canal 5.1.
“Llevo más de siete años en activo para la televisión de habla hispana, entre Estados Unidos y México. Inclusive he estado viajando por trabajo en los últimos meses. Agradezco mi constitución física, siempre hago ejercicio y me cuido con todos los protocolos de salud, para que mi entorno de conocidos y compañeros de trabajo, esté también bien”, dice en entrevista.
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Con experiencia también en programas de revista como Un nuevo día y Sal y pimienta, además fue requerido para el reality infantil Pequeños gigantes al lado de Galilea Montijo entre 2018 y 2020, aunque este último se canceló en gran parte a causa de la pandemia.
“Son varios años de estar fuera de España y mi acento se ha quedado atrás, a veces el acento neutro es el que me gana, aunque el acento mexicano también lo arropo. El ser conductor en distintos programas grabados en diferentes países me ha hecho cumplir mis sueños de chaval. Puedo decir que soy un ciudadano del mundo porque he vivido en Miami, Los Ángeles, Canadá y en tierra mexicana. Mi carrera me ha permitido conocer muchos sitios, costumbres, gastronomía inigualable, por lo cual estoy muy agradecido”.
Con escasas telenovelas en su trayectoria como Muchacha italiana viene a casarse y la serie Hoy voy a cambiar, reconoce que "en los últimos cuatro años me ha jalado más ser presentador, no me he querido mover hacia las novelas, porque los contratos son de tiempos largos y no podría combinarlo con la conducción, pero más adelante saldrá un proyecto de menor tiempo y lo haremos”, detalla el artista español.
Sobre el estreno de El Inframundo en Unimás, comparte que el hecho de que fue grabado en Colombia, no fue fácil, pero lo disfrutó mucho, "se hizo en el interior de una mina a dos kilómetros hacia el interior, nos introdujimos con todos los cuidados que se requirieron, teníamos que llevar un casco de minero, una linterna, botas especiales y a la par con los cuidados por el tema del Covid. Fue una aventura muy padre”.
Comenta que al aceptar estos programas extremos, "no escatimo en los problemas físicos y mentales. Por genética tengo muy buena condición física, me alimento sanamente y duermo mayormente mis horas requeridas. Para El Inframundo conforme caminabas en la mina, sentías que el aire te faltaba y cuando en los gases del interior de la mina detectaban un alto grado de riesgo, nos pedían que saliéramos y luego retornábamos a tiempo prudente. Sí sufrimos en las grabaciones, pero los resultados fueron inmejorables”.