Las primeras veces que Cristina Rodlo buscó oportunidades como actriz en Hollywood, las respuestas eran las mismas: ‘No te ves muy mexicana’ o ‘no te ves lo suficientemente gringa’. “Todas las puertas se me cerraron”, recuerda.
Por suerte, dice, los tiempos han cambiado. Y desde que se mudó a Los Angeles para iniciar una carrera en la meca del cine, Cristina Rodlo ha logrado participar en grandes proyectos estelares.
Primero en el remake estadounidense de la cinta mexicana Miss Bala, luego en la serie Too old to die young dirigida por el galardonado en Cannes Nicolas Winding Refn. La actriz de 30 años, siguió su paso en Estados Unidos con las series The terror: Infamy, junto a Tobias Menzies (The crown), y después 68 Whiskey para la señal de Paramount.
Ahora celebra el estreno en Netflix de la cinta Nadie sale con vida, su primer protagónico en Hollywood. “Es el sueño hecho realidad de la niña de 12 años que le dijo a sus papás que quería ser actriz. Y ahora está pasando”, dice con su peculiar sonrisa.
La originaria de Torreón, Coahuila estelariza la película basada en la novela The ritual, escrita por el maestro del horror, Adam Nevill. En la historia, el miedo no se limita a las extrañas visiones que Ambar, su personaje, tiene al llegar a una pensión en Cleveland, sino al miedo que implica la imposibilidad de pedir ayuda a la Policía, por su situación como indocumentada.
“Su terror está en que no puede acudir a las autoridades por ser inmigrante y no tener papeles, por miedo a que lo que le pase con los policías sea peor que lo que ocurre en esa casa. Es un papel en el que queríamos tocar el tema de la migración, sin dejar fuera el terror, para que tuviera un mensaje que llevar al público”.
Interpretar personajes hispanos o con problemas migratorios ha sido una constante en su carrera. Y es que abrir la discusión alrededor de la representación latina en la televisión y el cine estadounidense es un objetivo que como actriz, Cristina Rodlo se plantea.
“Siendo latina en Estados Unidos, los proyectos que te caen son muy particulares. No te va a llegar el mismo que a Reese Witherspoon o a Jennifer Aniston. Y eso es lo que se tendría que cambiar. Las oportunidades nos tienen que llegar a todos, no sólo a los blancos”, afirma.
Para Cristina Rodlo, el cambio en la industria del cine será real cuando sea posible interpretar todo tipo de personajes, “y no cuando te quedes sólo por rellenar una caja de si eres latino, asiático o afroamericano, sino porque tu casting fue el mejor. Y eso es lo más difícil, que nos dejen de ver de un color, que nos vean a todos por igual”.
Mientras Nadie sale con vida estrena mundialmente hoy por Netflix, Cristina Rodlo se encuentra en Londres terminando de filmar su siguiente película: The beautiful game, proyecto que estelariza junto al dos veces ganador del Bafta, Bill Nighy (Realmente amor), y la italiana Valeria Golno (Retrato de una mujer en llamas).
“La película está basada en la organización existente, The Homeless Welcome, que es un torneo mundial de futbol donde sólo gente que no tiene casa puede participar”, explica. “Mi personaje es una homeless (sin hogar) nacida en México y crecida en Estados Unidos, cuya familia ha sido deportada. Ella aplica para entrar al torneo y tras ser seleccionada se va a Roma a jugar futbol. Es un proyecto hermoso”.
En México, Cristina Rodlo tiene pendiente el estreno de otra película de terror: El vestido de la novia, cinta que tenía previsto su estreno para 2020 pero que por la pandemia ha pospuesto su lanzamiento hasta diciembre de este año.
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La actriz presume además que se encuentra trabajando en su primer trabajo como directora, una película escrita por ella misma, que aborda las relaciones humanas y la culpa. “Quiero contar historias pequeñas, sobre conectar el uno con el otro; de los miedos y culpas de los seres humanos, sobre todo el mexicano que, por nuestra religión, traemos una culpa cargando desde antes de nacer”.
Planea filmar en 2022. Sin embargo, todo dependerá de la agenda de proyectos que lleguen a sus manos en los próximos meses.