Para la actriz Cristina Hernández, el doblaje va más allá de una profesión, pues se trata de una actividad que descubrió siendo una niña, y desde el primer minuto la cautivó. Nacida el 13 de febrero de 1977, descubrió su vocación a la edad de 11 años, cuando guiada por su hermano, que deseaba ser artista, visitó una cabina de doblaje.
El también actor Moisés Iván fue su puente con este mundo, pues los invitó a una cabina de doblaje a conocer un poco sobre su trabajo, y en ese momento Cristina sintió amor a primera vista.
“Fue como en la película de “Monsters Inc.”, cuando entran a la sala de los asustadores, me da esa misma sensación”, detalla. “Cada que entraba a una cabina escuchaba las voces que venían de todas partes, era una sensación súper rara”.
Sus primeros trabajos llegaron en un lapso de menos de un mes, haciendo comerciales, en gran parte debido a un conflicto de la Asociación Nacional de Actores, que impulsó a los directores de doblaje a ofrecer talleres para talento independiente.
Los llamados podían llegar a cualquier hora, por lo que requería un gran compromiso para cumplir sus obligaciones laborales y estudiantiles. “Fue muy fuerte, porque estaba muy presionada por sacar buenas calificaciones, por la tarea en la escuela, estudié en una escuela de paga muy exigente”, recuerda.
Su padre era quien más le exigía mantener buenas calificaciones, pues consideraba que el estudio debía ser su prioridad, pero su madre la ayudó a compaginar ambas labores, y siempre se aseguró de que se sintiera cómoda.
Con el tiempo llegaron sus primeros protagónicos en cine, siendo las películas “Dick Tracy” y “Mi pobre angelito” sus primeros proyectos grandes. Éste último, que es hasta la fecha un clásico navideño, fue uno de los papeles que más le ha costado trabajo.
Estaba muy chica y era el primer estelar que sentía era muy fuerte, la noche anterior no dormí nada por pensar que me podría equivocar o me podrían correr
Cristina Hernández
Su voz pertenece a la memoria de varias generaciones
La cinta protagonizada por Macaulay Culkin forma parte de la lista de más de 200 doblajes que ha realizado, entre los que se encuentran dar voz a actrices como Anne Hathaway, Natalie Portman, Reese Whiterspoon, Lindsay Lohan y Winona Ryder; y a personajes de caricatura como “Bombón” de “Las chicas superpoderosas”, “Sakura Kinomoto”, “Alegría” de “Intensamente” y “Mona Parker” en “Mona la vampira”.
“Entro en las memorias de nostalgia de muchas generaciones, de lo cual me doy cuenta. Hay momentos donde puede ser que la gente no sepa quién soy, o sepa inmediatamente que le sueno a tal personaje, pero el hecho de escucharme, les suena a su casa, a sus hijos o su familia, o algo. De alguna manera esa memoria auditiva conecta con un estado emocional fuerte”.
Dado que su tono de voz es muy juvenil, ha interpretado personajes de todos los rangos de edad, y la facilidad que ha tenido desde sus inicios para reír, llorar, o hacer expresiones con la voz, le permitió obtener todos esos papeles.
Asimismo, su mágica labor ha estado acompañada de distintos cursos de actuación, de uso del aparato fonador, de respiración, canto, realización de audiolibros, e incluso de imagen personal.
Cruzando fronteras gracias a su talento
A finales de los 90 llegó a ella “Sakura Kinomoto”, un anime producido en Japón en 1998, que sigue los pasos de una pequeña de 10 años, quien adquiere la misión de reunir las “cartas clow” que se encuentran esparcidas por todo el mundo.
Este personaje fue, según narra Cristina, el que marcó un antes y después en su carrera, al darla a conocer en distintos países. “Al ponerme un foco encima me hizo darme cuenta de la distancia que abarcaba mi trabajo.
“En mi mundo pensaba que nadie sabía lo que hacía, pero “Sakura” se oía en toda Latinoamérica, y me empezó a escribir gente de España. No sabía cómo se enteraron de lo que yo hacía o cómo sabían mi nombre, darme cuenta de lo que pasaba con ese personaje me hizo un cambio de chip muy fuerte”.
Su primera entrevista fue con una revista llamada “Conexión manga”, la cual fue grabada en un parque y subida a YouTube. “Empecé a ver los mensajes de gente de Argentina o de Perú, había mucha gente que empezó a escribirme”, recuerda.
A raíz de ello comenzó su conexión con el público, y hasta la fecha mantiene contacto con su club de fans, quienes han sido una fuente de apoyo y cariño para ella. La también maestra de doblaje subraya que desde el inicio buscó que estos espacios fueran seguros y con un ambiente de paz y armonía.
“Eso deja muy claro cuál es la comunidad que quiero tener, que sea armonioso. Al final del día mi intención no es hablar de política, conflictos, ni quejarme, para eso voy a terapia. Tampoco es hablar de problemas per se, prefiero que tratemos de sacar cosas positivas de nosotros mismos”.
¿Cómo cuida su voz Cristina Hernández?
Al tener como herramienta principal la voz, Cristina suele ser muy cuidadosa con ella. No fuma ni toma en exceso, no expone su voz en conciertos o lugares donde hay demasiado ruido, y suele ir al dentista constantemente, pues al ser resonadores, sus dientes deben estar en buen estado en todo momento para no afectar el sonido de su voz.
Sin embargo, otro de los aspectos fundamentales es la salud mental, pues explica que cuando su ánimo baja, su tono es diferente.
Cambia porque tu estado cambia, tu voz te representa, siempre será tu carta de presentación, estar bien emocionalmente te ayuda a que tu voz se oiga sana
Cristina Hernández
Incluso hubo una ocasión en su carrera cuando atravesó por una depresión, y su trabajo se vio afectado, pues incluso perdió la oportunidad de ser la voz del “Osito Bimbo”, debido a que los anunciantes notaron que se escuchaba diferente.
Durante esta etapa realizó el doblaje de Reese Witherspoon en la cinta “Agua para elefantes”, y ese estado de ánimo le sirvió, pues el personaje también era melancólico. “Me sirvió, pero hasta mi mamá cuando la vio me preguntó qué me pasaba”, menciona.
Fue en ese momento que decidió empezar a tomar terapia, para cuidar todas esas partes de su voz a las que no solía prestar tanta atención.
Amiga de las redes sociales
Desde hace poco más de un año, Cristina entró al mundo de Tik Tok (donde suma ya 1.5 millones de seguidores), al abrir una cuenta para hablar sobre temas relacionados con su profesión, y comparte algunas vivencias.
Fue gracias a una de sus alumnas que se atrevió a dar el paso, aunque en un inicio no estaba segura de querer incursionar como creadora, su deseo por ayudar a futuras generaciones de actores la animó.
“Me enseñó su demo, y no podía creer que estuviera tan mal hecho”, platicó. “Lo había visto en alguna red social, vio a alguien que les decía cómo hacer un demo, así que me decidí a empezar mis redes, enseñando a la gente a hacer un demo, no es posible que tengan esa información tan mala”.
Ese video la llevó a encontrar qué quería decir, y fue así cómo empezó a hablar de su profesión, a romper mitos del doblaje y dar consejos de utilidad a sus seguidores.
Su presencia en las redes sociales la ha acercado también a una de las actrices a quien le ha dado voz. Si bien reconoce no conocer personalmente a ninguna de ellas, Lindsay Lohan la empezó a seguir en X hace un tiempo, aunque hasta el momento no se ha atrevido a saludarla.
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“Fue muy chistoso cuando lo vi”, narra. “De repente empecé a ver sus publicaciones, y me aparecía que me seguía. No le he escrito por pena, no sabría que decirle más allá de que soy su voz en español”, finalizó entre risas.