NUEVA YORK, EU.- Hace un año The New York Times destapó el amplio historial de abusos sexuales de Harvey Weinstein, encendiendo la llama del movimiento #MeToo, que cumple mañana su primer año en plena actualidad.
Las informaciones del Times, de la revista New Yorker y de otros medios posteriormente, unidas a los testimonios de víctimas y al poder de las redes sociales, han sacado a la luz un problema que se había mantenido silenciado y han obligado a rendir cuentas a decenas de nombres conocidos de la cultura, la política y los negocios en Estados Unidos.
Hace solo doce meses, Weinstein era uno de los hombres más poderosos de Hollywood, a pesar de que su actitud con las mujeres era un secreto a voces en el mundillo. El productor acabó despedido de su productora, expulsado de la Academia del Cine, abandonado por su mujer y repudiado por sus colegas; una caída a los infiernos que tocó techo el pasado 25 de mayo, cuando el magnate se entregó en una comisaría de Manhattan.
"Hace dos décadas, el productor de Hollywood Harvey Weinstein invitó a Ashley Judd al hotel Peninsula de Beverly Hills para lo que la joven actriz creía que iba a ser un desayuno de trabajo. En su lugar, la llamó a su habitación, donde apareció en un albornoz y le pidió si podía darle un masaje o mirar cómo se duchaba".
Así arrancaba la información de The New York Times que terminó con la carrera de uno de los productoress más influyentes de las últimas décadas, cuya mano está detrás de cintas clave como Pulp fiction o Good will hunting y que tenía conexiones en las más altas esferas, incluida la política.
La ola que nació con Weinstein no se ha detenido y el movimiento #MeToo ha animado desde entonces a miles de mujeres a denunciar abusos sufridos.
Actores como Bill Cosby, Kevin Spacey o Louis CK o políticos como Roy Moore, Al Franken o Eric Schneiderman, todos han sido acusados y han sufrido en mayor o menor medida el impacto, perdiendo sus trabajos o, como en el caso reciente de Cosby, siendo condenados.
Los medios de comunicación, que permitieron el inicio del movimiento, también han estado en el centro de numerosos escándalos, con conocidos presentadores como Bill O'Reilly, Charlie Rose y Matt Lauer.
En Estados Unidos el impacto del #MeToo sigue más vivo que nunca con el tumultuoso proceso de confirmación del candidato a la vacante del Tribunal Supremo, Brett Kavanaugh.
Hasta la fecha, unas 80 mujeres han alzado la voz contra Weinstein, algunas tras décadas de silencio, y su caso sirvió de mecha para el movimiento #MeToo, que ha ayudado a destapar otros abusos en el cine, el periodismo o la política.
Su futuro
Weinstein enfrenta cargos por violación y abuso sexual, y en dos de los casos está encima de la mesa el castigo de cadena perpetua