Más allá de los estoperoles, las botas y los peinados de grandes crestas, para el renegado Glen Matlock, ex bajista y principal compositor de la mítica banda de rock británico Sex Pistols, ser punk ha sido más una actitud que sólo un género musical o una simple moda, algo así como una filosofía que ha buscado llevar a todos sus proyectos musicales.
“Para ser honesto, lo que siempre he buscado es ser Glen Matlock. Siempre he tratado de ser yo mismo, eso ha sido mi música, y si la gente dice que eso es ser punk, estoy de acuerdo. Nunca he querido comprometerme con nadie más que conmigo. Se trata de manejar lo mejor posible en esta torcida carretera que es la vida”, comenta mientras enciende un cigarrillo sin filtro y sonríe, durante la entrevista con El Sol de México, apenas a unas horas de haber llegado a México desde el Reino Unido para presentarse en la más reciente edición del Hay Festival en Querétaro.
“En Inglaterra tenemos algo que llamamos los ‘Teddy Boys’, que eran la gente a la que le gustaba el rocanrol al principio. Ahora sigue habiendo ‘Teddy Boys’, y tienen un aspecto bastante atractivo. Pero la gente que piensa que ser punk es verse así y si sus amigos no los ven así, no son verdaderos punks, creo que está mal, porque el punk ha evolucionado constantemente y ya no sólo es un género musical” agrega Glen mientras exhala una bocanada de humo y ensimisma la mirada.
Punk, arte y rocanrol
Memorioso del momento en que creó Sex Pitols junto a Steve Jones y Paul Cook, luego de conocerlos en una tienda de ropa donde él trabajaba, Glen cuenta cómo fue que desde un inicio tenía la intención de formar una banda, cuando, a los 17 años entró a estudiar en Escuela de Arte Saint Martin en Soho, una de las zonas más cosmopolitas de Londres.
“Yo había leído que todas las bandas que me gustaban habían ido a una escuela de arte. Así que entré ahí para intentar encontrar personas con quienes pudiera hacer una banda. Lo gracioso es que encontré a los chicos con los que terminé haciendo esa banda eran de afuera, pero yo los introduje a la escena artística del mismo colegio.
“Fue ahí que hicimos nuestros primeros espectáculos, en nuestras escuelas. Básicamente porque nos dejaban tocar sin cobrarnos nada”, cuenta quien en ese entonces, en su vida diaria podía ver a grandes artistas como Lucian Freud o Francis Bacon.
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Bajista de Blondie
Uno de los momentos críticos de su biografía fue cuando dejó la banda Sex Pistols en 1977, siendo el miembro más interesado en la composición musical, luego de tensiones con sus compañeros. Algo que, considera, le sirvió para emprender su camino, con su propio proyecto, The Rich Kids, así como colaboraciones con artistas importantes, entre ellos Iggy Pop, el mismo Sid Vicious —quien tomó su lugar en Sex Pistols— y la banda Blondie, en la que toca como bajista actualmente.
“Cuando dejé la banda me di cuenta que podía hacer las cosas por mí mismo, y poco a poco recibí ofertas. Cada vez que escribía una canción que creía que tenía algo bueno y se la enseñaba a alguien, era como si estuviera en una especie de viaje para demostrar que tenía razón.
“Eso es algo que lleva su tiempo, pero, luego, cuando lo has hecho tantas veces, de pronto te das cuenta que es demasiado tarde para hacer otra cosa, así que mejor sigues adelante”, agrega el músico quien bromea con irónico sentido del humor, al decir que en realidad han sido ellos los que han tocado con él y no al revés.
Hay que salir al mundo
Aunque no se ha traducido al español, una de las razones por las que Matlock vino a Querétaro es para hablar de su libro “Triggers: A Life in Music”, reeditado este mismo año. En él habla sobre su proceso creativo durante la composición de sus canciones, entre ellas la mayoría del único disco de estudio grabado por los miembros de Sex Pistols, “Never Mind the Bollocks, Here's the Sex Pistols”.
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Sobre ello cuenta que en realidad él se enfoca más en lo musical y que, aunque siempre ha tenido preocupaciones políticas, como hijo de un obrero sindicalista, realmente Johnny Rotten era el que se mostraba más político de todos ellos. Pero afirma que uno de sus métodos creativos es estar en contacto directo con la realidad de las personas.
“La forma en que yo compongo mis canciones siempre es saliendo a las calles y veo el mundo. Creo que estando en casa con un cuaderno y una guitarra, es muy difícil hacer que salgan las ideas. Siempre me preguntan cómo es que he logrado ser tan exitoso y yo siempre respondo que porque nunca he buscado un trabajo. Muchas veces estuve a punto de morirme de hambre, pero seguí insistiendo. Hay algo de suerte en todo ello, pero siempre hay que seguir insistiendo”, finalizó.