Eros Ramazzotti compartió un poco de su cultura italiana con los mexicanos, incluso mezcló lo mejor de ambos países en un solo escenario.
La espera terminó, los fans del nacido en Roma por fin llegó a la capital con su Battito Infinito Tour, con el que se ha presentado en más de 70 ocasiones a nivel mundial.
Puede interesarte: Eros Ramazzotti detiene gira, otra vez, por problemas en cuerdas vocales
Minutos después de las 21:00 horas, el anfitrión tomó el control del entarimado de la Arena Ciudad de México, en donde reunió a pocos, pero verdaderos fans. Si bien se veían muchos espacios vacíos en el recinto, eso no fue impedimento para que el cantante se luciera.
Temas como “Battito infinito”, “Los últimos románticos” y “Soy” fueron los primeros en amenizar la noche y con las que arrancó aplausos de parte del público.
“Hola, Ciudad de México. ¿Qué pasa? Estamos aquí después de la pandemia…¡fuerza, fuerza!”, dijo el cantante ante su público
“Saludos a todos, vamos a cantar un poco en español e italiano”, agregó.
El cantautor portó una playera negra con imágenes de figuras de la cultura azteca en color naranja, con la que conectó de inmediato con sus asistentes.
La escenografía del artista fue sencilla, únicamente una pantalla gigante a su espalda la cual proyectó paisajes de mar, la tierra, zonas conurbadas, bosques, así como algunas tomas del universo y el infinito.
En otras canciones mostró imágenes alusivas a sus temas, en otras ocasiones sólo fue una transición de colores.
Además de una celebración a su carrera, Ramazzotti aprovechó para presentar parte de su último álbum de estudio titulado Latido Infinito, mismo que llegó cuatro años después de su último disco.
“Donde hay música”, “Una emoción para siempre”, “Estrella gemela” y “Si bastasen un par de canciones” le siguieron al setlist.
Su experiencia y dominio del escenario quedaron claros y no podría ser opuesto ya que está casi por cumplir cuatro décadas de trayectoria y ha vendido 70 millones de discos, además de superar las 2 mil millones de reproducciones en plataformas digitales.
Muchos aplaudieron al anfitrión, pero quien robó miradas fue su saxofonista, un joven artista de nombre Marco, que portaba playera tipo polo, dejando sus brazos y tatuajes al descubierto; su vestimenta se acompañó de una gorra negra.
Gritos de parte de algunas mujeres cercanas al escenario alabaron la galanura del muchacho.
Ramazzotti se acompañó de otros nueve músicos, en total fueron 10 quienes lo respaldaron durante la hora y media de show.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
“Magia”, “I belong to you (Il ritmo della passione)” y “Fábula” completaron el espectáculo del intérprete de 59 años.
Su amor por el público mexicano lo demostró durante el tema “Terra Promessa” donde se bajó del escenario y saludó al público que estuvo más cerca; se tomó algunas selfies y hasta autógrafos firmó.
Y, claro, lo mejor se quedó hasta el último, “Nada sin ti” y “La cosa más bella” dieron fin al concierto de este miércoles.