Con la presencia de los integrantes de Botellita de Jerez, escritores, gente cercana, fanáticos e incluso alumnos del fallecido músico y escritor Armando Vega-Gil, se reunieron en la Fonoteca Nacional para recordar la vida y obra del reconocido músico.
"Yo conocí a Armando cuando era un muchacho guapo, siempre lo percibí como un vato muy culto, muy leído, a uno le daba envidia, pero era un vato triste, la gente inteligente es fácil que se ponga triste", expresó Francisco Barrios, El Mastuerzo , uno de los integrantes de la legendaria banda de rock Botellita de Jerez.
Conocido principalmente por sus proyectos musicales, la obra de Vega Gil también comprende productos cinematográficos, académicos y al rededor de 33 libros publicados entre novelas, cuentos y poesía. "Es en la literatura donde realmente vemos a Armando, en todas sus posibilidades, no digo que en la música no, pero yo lo considero un literato, Armando básicamente hizo libros y algunas canciones junto con nosotros", señaló Barrios.
Es por eso que el Mastuerzo considera que aún falta tiempo "para que la gente dimensione el legado de Armando". Botellita de Jerez comenzó su trayectoria en 1982 marcando su estilo con letras irónicas y un sentido del humor particular, "nos burlamos de todo, Armando tenía esa capacidad de captar el chiste al momento", comentó Barrios.
"De Botellita no hay nada, se fue a laver y a plachers, que en francés significa muy lejos. Se acabó, tan tan, Armando y yo teníamos el pacto de que si alguien se moría entre él y yo, se acababa", refirió el músico.
Sin embargo, la propuesta musical de Barrios sigue, pues según expresa, "como hacedor de canciones sigo buscando la canción que no existe", finalizó..