El sacerdote Juan Felipe de Jesús documentó en cintas de video el proceso de crianza de tres niños que encontró en la sierra de Oaxaca en 1986. Tres jóvenes con rastas largas y sucias que nunca habían tenido contacto con la sociedad, que ni siquiera sabían andar a pie y jamás habían usado un cubierto: niños salvajes.
Su experimento para demostrar que cualquier persona puede reintegrarse a la sociedad se nubla cuando la cabaña donde viven se incendia misteriosamente. Sólo los habitantes del pueblo cercano son testigos, pero nadie sabe nada, nadie vio nada. Todos desconocen la historia. Sólo un reportaje que apareció en televisión da una idea general sobre este misterioso hecho
Esta es la premisa de Feral, ópera prima de Andrés Kaiser que se ha vuelto un fenómeno de taquilla de la Cineteca Nacional. La cinta de horror estrenó en el horario nocturno de una sala pequeña. Pero la recomendación boca a boca del público la llevó a una de las pantallas principales. Y ahora se prepara para estrenar este jueves de manera comercial en el circuito de Cinemex.
Nada mal para una película que en principio enfrentó problemas de distribución por muchas razones. “Algunas muy tontas”, dice su director, que pasó casi tres años tratando de que la película llegara a salas a través de apoyos públicos como el estímulo fiscal de Eficine.
“Cuando ya teníamos aprobado el recurso resulta que el contribuyente cambió su razón social en una coma. Y cuando Hacienda se dio cuenta nos tiraron el proyecto. Hasta que curiosamente la película salió en pandemia, en medio de un panorama adverso con salas a la mitad y pocas funciones. Pero de pronto empezó a jalar en la Cineteca, agotando funciones todo el tiempo”.
Un día, Andrés y su equipo recibieron la llamada de la Cineteca con la noticia de que Cinemex estaba interesado en proyectar esta película en su circuito nacional. “Básicamente dejaron las salas que quisiéramos a nuestra disposición. Fue algo extraordinario porque esta película parece que todo lo hace al revés: pasó de un circuito pequeño de exhibición a una corrida en salas comerciales en el país”.
Así la película pasará de tener 12 copias en todo el país a 22 sólo en el circuito de Cinemex, además de las sedes que tiene ahora en la Cineteca Nacional, Cine Tonalá, Cinemanía y La Casa del Cine, además de otros circuitos culturales en el resto de la república.
Feral ganó en el 2018 el premio México Primero, galardón estelar para la competencia oficial del Festival Internacional de Cine en Los Cabos donde tuvo su premier nacional. Mientras el año pasado, Andrés Kaiser recibió el Premio Alucarda a Mejor Director en la novena edición del festival Feratum.
La cinta tiene la particularidad de ser contada como un falso documental. Y comienza con la noticia en televisión del trágico incendio. Pocos testigos y las imágenes de archivo encontradas en video van revelando la evolución de estos niños y la transformación mental del sacerdote con educación psicoanalista, Juan Felipe de Jesús.
“Algunos dirán que ese formato de narración la hace original. Pero la historia es original porque va al origen de las cosas. Y en ese sentido tiene muchas influencias del cine mexicano, más que del americano. Se inspira en realizadores nacionales como Carlos Enrique Taboada, con Veneno para las hadas, o Canoa, de Felipe Cazals. Para mí incluso viene de lugares de la infancia como El Santo vs los monstruos, de este horror rural, de los dramas de la época de oro”.
La génesis de una historia así, dice Andrés Kaiser, viene por querer descubrir la irracionalidad natural del humano, de cómo vivían los humanos mucho antes de las civilizaciones modernas.
“Es durísimo ver cómo se dieron estas sociedades; los ritos, incluso las historias de genocidio de nuestros primos neandertales. Me parece un mundo súper oscuro, terriblemente brutal, en un transitar ciego de la naturaleza. Y para mí, ahí hay mucho horror y espanto”.
Las historias sobre los niños ferales –palabra que no es más que un sinónimo de salvaje– se conocen desde hace siglos. Desde Rómulo y Remo, fundadores de Roma que fueron amamantados por una loba según la mitología romana, hasta el de Genie, una adolescente que no tuvo contacto con la sociedad hasta los 13 años.
“La mayoría de los casos a nivel mundial están muy pobremente documentados. A tal grado que muchos parecen fraudes. Lo más cercano es este caso que se dio en California en 1970 que es el más fuerte en cuanto a documentación”.
La película tendrá una corrida en Cinemex en la capital del país, el Estado de México, Guadalajara, Mérida. Monterrey, Querétaro, Oaxaca, Tijuana y San Luis Potosí.
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Por su parte, Andrés Kaiser, trabaja ahora en dos documentales. Uno de ellos basado en su familia y un metraje que halló desde hace 12 años. Además de la cinta de ficción Preciosísima sangre, que contará con la actuación de Daniel Giménez Cacho.
“Este es un horror de época del siglo 18. Mezcla temas de religión con una serie de asesinaos de monjas en un convento. Y donde hay un jesuita que está investigando si estas muertes están relacionadas con un ente sobrenatural o de un humano en carne y hueso. Es un thriller de horror ambiguo y gráfico del que ya tenemos la mitad del financiamiento. Estamos esperando el resto para empezar a filmar el año que entra”, concluye.
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