Diez días antes de la ceremonia que se realizará este domingo en el Staples Center de Los Ángeles, el despido de Deborah Dugan, quien apenas en mayo cumpliría un año como presidenta de la Academia de la Grabación, desató un escándalo que aún sigue su curso.
En respuesta a su despido, que ocurrió bajo acusaciones de "violencia verbal", Dugan presentó una denuncia por acoso sexual, en la que también afirma que su predecesor, Neil Portnow, violó a una artista extranjera. El miércoles, Portnow emitió un comunicado diciendo que la Academia realizó una investigación exhaustiva e independiente de esa acusación y que fue “completamente exonerado”.
Dugan señala al abogado Joel Katz, consejero general de la Academia por acoso sexual y éste, a través de su abogado, dijo que la acusación en su contra es falsa y está dispuesto a "cooperar en las investigaciones".
Pero para la Academia, es “curioso” que Dugan denunciara después de que otro empleado la demandó por crear un ambiente de trabajo tóxico, al tener "una conducta abusiva e intimidatoria”.
“La señora Dugan recibió una licencia administrativa solo después de ofrecer renunciar y exigir 22 millones de dólares de la Academia, que es una organización sin fines de lucro”, agrega la organización en un comunicado.
A través de sus abogados, ella respondió que fue la Academia la que le ofreció "millones de dólares" para dejar su puesto. “La Academia perdió el rumbo y abandonó la industria discográfica, y se centró en el auto-trato y en hacerse la de la vista gorda ante el ambiente del 'club de niños', las irregularidades obvias y los conflictos de intereses”, apunta un comunicado.
Cuando en mayo de 2019 se anunció que la Academia tendría por primera vez a una mujer al frente, cargo que ocupó a partir del 1 de agosto, Deborah Dugan expresó en un mensaje oficial que se ocuparía de alentar y defender a los miembros de la comunidad musical. "Escucharé y defenderé a todas esas personas y lideraré esta organización icónica hacia el futuro", dijo quien hasta entonces había sido directora ejecutiva de RED, la organización sin fines de lucro contra el SIDA cofundada en 2006 por Bono y el activista Bobby Shriver.
Mientras se resuelven los asuntos legales, la Academia es dirigida por e presidente de la Junta, Harvey Mason Jr.
El miércoles, cuatro mujeres del comité ejecutivo de la Academia emitieron una carta conjunta en la que destacan los esfuerzos del organismo por lograr equidad de género en sus filas. “Es profundamente inquietante para nosotros, y francamente, desgarrador, presenciar la tormenta de fuego que se ha desatado contra nuestra organización. En conjunto, hemos ofrecido muchos años de servicio de orientación y apoyo a esta organización. No habríamos tomado un tiempo precioso de nuestras familias y carreras si hubiéramos sentido que era un ‘club de niños’".