¿Alguna vez te has detenido curioso a escuchar el tic tac de tu reloj que cuelga en la pared de la sala de tu casa? Sí, ese: el infatigable tic tac, tic tac, tic tac, tic tac que no cesa de sonar, incluso a veces de manera imperceptible… Pues, ese marca precisamente el ritmo del éxito de Bill Haley, Al compás del reloj (Rock around the clock) que hace 65 años fue lanzado al mercado iniciando toda una época en la música de juventud, significando con ello un parteaguas para la humanidad en un antes y después del majestuosos ¡rock and roll!
“One, two, three, four, five, six, seven, eight…”, así comienza el tema musical del frenético ritmo que escandalizó a los rucos, vetustos o la momiza, como los chavos de aquel entonces denominaban a los adultos de aquel entonces y que hoy son adultos de la tercera edad y, aunque con trabajos –por aquello de que ya les fallan las piernas, aunque siguen siendo jóvenes de corazón— bailan y no pocos chavos de actualidad lo escuchan y lo bailan, igual, en las fiestas, imitando a los que ahora son vetustos, aunque estos chavos de hoy no saben bien a bien cuál es el origen de tan longevo hit musical. Aquí te lo vamos a contar.
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Fue el 10 de mayo de 1954 cuando un chico guitarrista a quien le caía un cairel sobre la frente, llamado Bill Haley con su grupo Los cometas (Bill Haley & his Comets) logró colocar dicho tema en el número uno de las listas de popularidad, convirtiéndose en la primera grabación de rock and roll en alcanzar ese puesto en el registro de Billboard.
Estaba de moda el paso del cometa Haley por el planeta Tierra, de ahí que Bill adoptó el apelativo y bautizó así a su grupo, integrado en 1952 en Chester, Pensilvania, Estados Unidos, de donde partieron para conquistar el mundo.
Fueron ellos quienes inspiraron a los británicos a detonar el surgimiento de la ola inglesa, con Los Beatles a la cabeza transformando el rock and roll en rock, así de simple. Aunque más de un centenar de músicos tocaron con Bill Haley entre 1952 y la muerte de éste en 1981.
La composición no es original de Haley, sin embargo, sino del dueto formado por Max. C. Freedman y James E. Myers.
El objetivo primordial de Al compás del reloj era que la gente bailara y disfrutara con la nueva melodía, pegajosa y contagiosa a más no poder, y a la fecha sigue siendo la reina de las fiestas aquí, allá y en cualquier parte donde se le escucha.
Se trata de un tema icónico del rock and roll que se quedó para la posteridad y sus versiones han sido muchas.
La primera grabación corrió a cargo del grupo italo-estadounidense Sonny Dae and his knights, pero sin duda la más popular y exitosa ha sido la de Bill Haley y sus Cometas hasta nuestros días.
Incluso los Sex Pistols grabaron su propia versión a ritmo de punk y lo mismo realizó la banda belga llamada Telex.
EN MÉXICO
Ciertamente en nuestro país, Al compás del reloj causó tal furor que la mexicana Gloria Ríos, considerada pionera del rock and roll en español, la grabó con el nombre de El relojito y aparece en la historia musical como la primera canción de rock hecho en México, que no rock mexicano –aclaro-- porque éste no existe. O, ¿acaso existe el huapango inglés? ¿O el danzón japonés? ¿O el bolero ruso?
El cantante, músico y compositor estadounidense, cuyo nombre verdadero era William John Clifton, nació en Highland Park, Detroit, Michigan, el 6 de julio de 1925 y a su paso por la escena del rock and roll –nunca fue rockero—firmó contrato con la compañía mexicana de discos Orfeón, participando en los programas musicales que esta firma producía para la televisión mexicana que transmitía en blanco y negro, alternando con grupos locales de gran éxito como Los Hitters, Los Belmonts y Los Rockin Devils.
La jovencita Lucía Guilmáin –hija de la estupenda actriz Ofelia Guilmáin—actuaba como bailarina a gogó en dichas emisiones.
Eran los fabulosos años 60 –a mediados—y Al compás del reloj continuaba siendo una melodía de moda; aunque ya metido en la onda del twist, un nuevo ritmo bailable creado por Chubby Checker en la transición del rock and roll y la época a gogó, Bill Haley y sus Cometas conquistaron un nuevo éxito con Orfeón con el tema Florida twist.
Al compás del reloj está ubicada en el lugar 158 entre las 500 mejores canciones de todos los tiempos, de acuerdo con la prestigiosa revista Rolling Stone, pero es, sencillamente, la canción número uno que detonó la vorágine rocanrolera en el mundo entero.
Bill Haley es uno de los padres del rock and roll junto con Chuck Berry, Little Richard y Fats Domino. Elvis Presley es el principal exponente, triunfó cuando ya tenía la mesa puesta.