En Hari Sama había una necesidad de revisitar su adolescencia “esa etapa que de alguna manera resulta agridulce para algunos” y redimensionar las cicatrices que le dejó esa época. Por ello decidió lanzarse a la aventura y filmar Esto no es Berlín, una crónica con tintes biográficos del México de los 80 llena de música, sexo y rock.
Más que con nostalgia, aclara el director de cintas como El sueño de Lu o Despertar el polvo, con Esto no es Berlín buscó una revisión interior profunda “de asuntos que me resultaron importantes y dolorosos en la adolescencia”.
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Esto no es Berlín tiene su estreno dentro de la sección oficial del Festival de Sundance, que junto con el documental Midnight family, de Luke Lorentzen, representarán al cine mexicano en este certamen.
Más de 14 mil películas se inscribieron a Sundance y sólo se eligieron 12 para competencia oficial. “Nos sentimos muy honrados de esta invitación”, dice Hari Sama. “Tenía el sueño de estrenar en Sundance por mi cercanía con la música, mi gusto por las bandas americanas e inglesas transformaron mi vida, entonces fue una grata sorpresa que nos convocaran”.
La cinta ganó en la pasada edición del Festival Internacional de Cine de Morelia en la sección Impulso el Premio de Distribución. “Esperamos que el estreno en México sea en competencia del FICM y después su salida en salas”.
Con la participación de Xabiani Ponce de León, José Antonio Toledano, Mauro Sánchez Navarro y Ximena Romo, la película de Sama, que se ubica en el año del mundial de México 86, tiene que ver con muchas aristas del arte contemporáneo, la música y la lucha de la comunidad LGBT+ por estar en las calles. “Una de mis teorías de los 80, es que esa generación luchó desde su propia trinchera para que pudiéramos ver hoy parejas gay en la ciudad”.
La cinta cuenta la travesía que enfrentan dos jóvenes amigos de Lomas Verdes, en el Estado de México y viven en un ambiente conservador; el destino los llevará a conocer a un grupo de artistas plásticos irreverentes y músicos vanguardistas, que toman casas abandonas para armar “reventones” underground, compartir ideas, obras y canciones.
“La cinta trata de esa necesidad de los ochenteros que venimos de familias fracturadas por el divorcio, y que en muchos casos nos invitó a hacer cosas alocadas y arrojarnos a la contracultura. Era una época desmesurada, empezó el sida, fuimos una generación extravagante, con una enorme necesidad de romper con las normas preestablecidas”.
Esto no es Berlín es una crónica en el tiempo, donde por coincidencia Mariana de Tavira hace el papel de mamá del cineasta al igual que en Roma, de Cuarón. “Cuando filmamos la película no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, sabía que estaba filmando Roma y esto fue una casualidad absoluta. Ella entró de manera providencial a la película”.
El realizador considera que no fue complicado para él reconstruir los 80, ya que él vivió en Echegaray y conocía perfectamente Satélite y Lomas Verdes “es una zona que se quedó varada en el tiempo. Además, filme poco en exteriores”.
Su gustó por la música llevó a Hari Sama a forma el grupo La muerte de Eurídice, una banda de corte gótico, donde él hacía teclados y coros. Y gracias a la música pudo conectarse este grupo de artistas irreverentes que tomaron por asalto la Zona Rosa, la Condesa y otros lugares de la ciudad, “era un momento en que reventar era un acto creativo, salir disfrazarse y manifestarse”, puntualiza.