Para Jaime López cumplir 50 años de trayectoria en el rock en español “no es nada difícil”. Y es que cuando a la mitad del primer semestre que cursó en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM decidió salirse de estudiar, el compositor no planeaba convertirse en un cronista de la Ciudad de México con canciones como Chilanga banda, Quítame tu cómic de la vista o El mequetrefe.
“Francamente yo sólo dejé correr el casete, donde bien o mal se iban grabando una y otra cosa. Así es que ahora con el paso del tiempo pienso que son 50 casetes, uno por año y que todavía viene lo mejor”, dice el cantante originario de Tamaulipas en entrevista con El Sol de México.
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En esas cinco décadas de trabajo, su mayor satisfacción y su mayor dificultad ha sido generar público, desde sus inicios en la década de los años setenta donde el rock en español no existía hasta ahora donde los espacios para esta música siguen siendo limitados.
“Me he enfrentado a cosas muy duras, no sólo a nivel de público, que yo creo que es lo más amable. Más bien a nivel de generar público con ciertos productores, instancias mediáticas, disqueras que deberían preocuparse por esto, donde sólo encuentras indiferencia. Si alguien te dice que no te gusta está bien, pero si es indiferente la ignorancia avanza”, dice.
“Por otro lado mi mayor satisfacción está en haber generado un mercado que no existía; un rollo que no sólo es personal, sino que se va tocando con otros colegas. Eso para mí es una gran satisfacción porque al final mi trabajo es mi activismo político”, añade.
El cantante, quien ha trabajado con figuras como Cecilia Toussaint o José Manuel Aguilera, admite que luchar contra esta apatía frente a canciones que salgan del molde y hablen sobre la realidad social no ha sido fácil.
“A mí no me preocupa si me abuchean, lo han hecho en varias ocasiones”, dice refriéndose a su experiencia participando en el Festival OTI de 1985, donde quedó en último lugar por su canción Blue demon blues. “Cuando eso pasa significa que por lo menos te estás moviendo, pero cuando no pasa nada duele”, explica.
Para celebrar su trabajo, Jaime López ofrecerá este sábado 13 de julio en el Teatro de la Ciudad – Esperanza Iris el show Ciudad a solas, un monólogo escénico sobre su carrera. En este show contará cómo pasó de ser un joven universitario que emigró de Tamaulipas a la Ciudad de México a convertirse en un cronista citadino con temas como Chilanga banda, que después reversionaría Café Tacvba.
“Nunca intenté realmente ser un cronista urbano, ni mucho menos; más bien se me empieza a imponer un entorno que me lleva a eso. Y creo que cuando hay ese amor entre la irrealidad que soy yo y la realidad que está pasando me da un chispazo que hace que surjan algunas canciones”, dice.
Ciudad a solas hará un recorrido por la música de Jaime López, mismos que interpretará con instrumentos como la guitarra, la armónica o acapella.