Con el objetivo de motivar a los niños en la apreciación de las artes, el Ballet de la Ciudad de México presenta el espectáculo Báilame un cuento: La Cenicienta, en el que el clásico relato se narra a través del movimiento y expresión del cuerpo de 30 bailarines.
El proyecto, que tendrá una única función, en el Auditorio Nacional el 30 de abril, traduce la narración del cuento al ballet clásico en un formato reducido apto para niños, con la intención de que estos se sientan atraídos no sólo por la danza, sino también por la música, interpretada por la Orquesta de las Américas en vivo.
“La Cenicienta fue seleccionada por ser una historia clásica que en el escenario tendrá como hilo conductor a un narrador, que es el actor Enrique Chi, y quien va contando lo que sucede en el escenario y va introduciendo a los niños a este espectáculo que tiene el reto de tener en vivo a la orquesta con 65 músicos”, detalló Isabel Ávalos, directora artística del espectáculo, producido por Arcelia de la Peña.
Inspirada en las versiones coreográficas de Zakharov, Ashton y Jean-Christopher Maillot, la propuesta de este ballet es contar el cuento fuera de los estereotipos; por lo que se propone que La Cenicienta no tiene que ser una niña pasiva en espera de que un príncipe la rescate. Por el contrario se sugiere la idea de que es una joven valiente, autosuficiente en busca de sus sueños.
En el caso del príncipe se plantea como un joven que más allá de buscar una esposa, se propone apoyar y alentar a su verdadero amor. Y, aún más importante, el hada madrina aquí toma el rol de la voz interna que todas las personas tienen y, en la mayoría de los casos, acierta en los consejos.
“El hada madrina es nuestra vocecita que nos dice qué debemos hacer y proponemos que todos debemos escuchar a nuestro interior para alcanzar nuestros sueños, Cenicienta no espera a que alguien la rescate sino sigue su interior para salir adelante”, acotó Ávalos del espectáculo con apoyo de Efiartes.
Además de contar con vestuario nuevo y la orquesta en vivo, esta producción se caracteriza por crecer en el número de bailarines en escena. Son 30 personajes principales junto con una docena de niñas que interpretan el baile de las manecillas del reloj.
“Después de estar tanto tiempo en el encierro, para los niños esta es una oportunidad de vivir la danza y yo creo que es una oportunidad única que se les quedará grabada para toda la vida, es un regalo que dejará huella”, refirió Arcelia de la Peña, productora y coreógrafa.
El Ballet de la Ciudad de México tiene proyectado para los próximos meses presentar El lago de los cisnes, también en una versión infantil, y así completar una serie de cuatro cuentos bailados dirigidos a los niños.