Los directores Eduardo Giralt Brun y Emmanuel Massú estaban filmando un proyecto que los llevó a un ejido en Sinaloa. Ahí, unos jóvenes sicarios les dieron permiso de ocupar su espacio como locación. Ante la curiosidad por saber cómo los chicos vivían día con día, ambos directores sacaron sus celulares y grabaron sus testimonios.
"Fue una especie de curiosidad intelectual que tenía de saber cómo estos chavos mantenían una doble vida y cómo nunca habían sido representadas en el cine. Porque en películas como Miss Bala, o Heli, todo es un extremo, no hay ningún tipo de matiz", señala el cineasta Eduardo Giralt.
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Fue así como comenzó el trabajo para desarrollar Los Plebes, documental que tendrá su estreno mundial hoy en Cinépolis Klic como parte de las actividades de la onceava edición del Festival Internacional de Cine de la UNAM, FICUNAM. En este largometraje, los directores retratan a los jóvenes sicarios de Sinaloa en su vida diaria, sin poses y lejos del campo de batalla provocado por el crimen organizado.
"Queríamos hacer algo diferente a lo que se ha filmado. Les decíamos que son jóvenes y hacen lo que cualquier otro joven y eso les despertaba entusiasmo, saber que no queríamos mostrar lo malo, sino lo que hacen cuando están en su tiempo libre, porque nos decían que siempre son pintados como la gente mala", señala el director.
Los Plebes muestra a sus protagonistas con el rostro borroso para no revelar sus identidades. Vemos a jóvenes hablar sobre su vida personal, sus inquietudes a futuro, las relaciones con sus amigos y seres queridos, en un ambiente donde el teléfono celular puede sonar en cualquier momento para llamarlos a trabajar.
La vagancia es el único personaje que muestra su rostro, convirtiéndose inesperadamente en el protagonista del documental. Su vida diaria se divide entre el romance que mantiene con su novia y su pequeño cachorro al que muestra una sensibilidad que contrasta con la rudeza de su imagen cuando carga un arma de alto calibre.
"Nunca lo convencimos para ser el protagonista, fue una convicción por contar su vida", dice el realizador Emmanuel Massú "Realmente no estábamos buscando un personaje, fue algo que se dio entre una camaradería. Porque cada uno en la película desarrolló su propio guion y personaje y ellos mismos tuvieron el poder de decidir lo que querían decir y hacer".
Massú enfatiza que tenían la necesidad de mostrarse como los seres humanos que son, sin caretas ni prejuicios. "No les dimos dinero o los forzamos. Fue un acercamiento a la verdad, siendo sinceros con lo que queríamos hacer y ellos tuvieron la convicción aceptar, aunque hubo quienes ya filmados se arrepintieron".
Para ambos directores, Los Plebes no es un documental que busque glorificar el narcotráfico, pero sí mostrar que quienes se involucran en este mundo, particularmente los jóvenes, lo hacen por necesidad y como resultado de las circunstancias, "esos factores son una bomba de malas decisiones, creo que retratar esa parte que ya nadie quiere ver, es una oportunidad para acercarse al centro del problema".