“Voy a hacerme mi fiesta con chambelanes y todo”, bromea María José al teléfono cuando reflexiona que han pasado 15 años desde que comenzó su carrera como solista.
Han sido 15 años de labrar un camino como cantante, pero sobre todo de demostrar su talento artístico a pesar de las dudas que hubo del público y la industria cuando comenzó.
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“Alguien nuevo sale y tiene éxito si sabe. Pero yo venía de un grupo como Kabah, hecho por Luis de Llano y luego querer cantar sola, ¡ay no! ¡Fue la locura! Al principio fue difícil, pero poco a poco he ido demostrando la capacidad que tengo como artista y lo que he logrado hacer”, dice la cantante en entrevista.
Aunque en su debut fueron canciones como ¿Quién eres tú? o Me equivoqué las que la popularizaron, su éxito masivo llegó con los covers que interpretó en sus álbumes Amante de lo ajeno y Amante de lo bueno, donde su mayor satisfacción fue traer de vuelta esas canciones a una nueva generación de escuchas.
“Pasó como nos ha pasado con otros artistas, llámese Luis Miguel con sus Romances, la misma Jenny Rivera, mi amiga Edith Márquez, Yuridia, incluso Lupita D’Alessio. En los 80 no existía la globalización para escuchar el éxito de Italia en México, pero ellos los traían. Eso te da otra perspectiva de aquella época de oro done mi abuelita cantaba y se las sabía perfecto”, explica.
“Fue una gran oportunidad para que las nuevas generaciones conocieran estos éxitos. Y espero que en un futuro, alguien nuevo cante alguno de mis éxitos inéditos. Eso es increíble porque significa que tu música se queda para siempre”.
De vuelta a los escenarios
Desde el 14 de marzo del 2020, días antes de iniciar la emergencia sanitaria, María José no se subía a un escenario para cantar. La racha se rompió cuando ofreció un concierto en Torreón, Coahuila, donde agotó el 40 por ciento del aforo permitido.
“Al principio no me quería emocionar hasta estar ahí. Fue hasta la hora de ensayar que llegó una emoción enorme, fue abrumador. No podía dejar de llorar. Tenía muchos sentimientos encontrados, entre felicidad, agradecimiento, me sentí abrumada por toda la incertidumbre que hemos vivido”.
El momento clave de la noche fue cuando se apagaron las luces y los gritos del público se descontrolaron: “Hace mucho tiempo no lo escuchaba, todo mundo traía una adrenalina increíble. Normalmente siempre entro cantando, pero esta vez llegué disfrutando, con los puños al aire y disfrutando el inicio”, recuerda.
Este fue uno de los primeros conciertos que se ofrecen en México dentro de la nueva normalidad. Y aunque el aforo no estuvo a su entera capacidad, los requisitos para realizar el show fueron igual de estrictos.
“Todos estaban con su cubreboca. La gente sí bebía, pero se lo ponían otra vez. La gente en el coliseo fue muy enérgica, pero hubo más seguridad precisamente para que no hubiera más de dos personas juntas ni aglomeraciones frente al escenario. Fue un trabajo de mucha conciencia del público”, señala.
La Josa anhela que este sea el inicio de una nueva etapa de la industria musical en México, y que quede demostrado que se pueden realizar eventos masivos con los cuidados pertinentes. “Este concierto de Torreón pone luz no sólo a mí, sino a todo el medio del espectáculo, una señal de que ahí viene otra vez, se ve a lo lejos pero ahí viene el regreso”.