La sátira envolverán la nueva temporada de El privilegio de mandar

Tras estrenarse en plataformas digitales, el programa de parodia política comenzará a transmitirse por televisión abierta

Por Alma Rosa Camacho

  · lunes 29 de enero de 2018

Margara Francisca es invitada de honor de esta temporada / Foto: Especial

A parodiar con humor negro, sarcasmo e irreverencia, pero sobre todo sin censura a los protagonistas de la esfera política nacional es la premisa con la que regresa el programa El privilegio de mandar  producido por Reynaldo López.

La anfitriona de esta temporada es el peculiar personaje de Margara Francisca, a quien acompañarán algunos ya conocidos como El Peje, Calderón y Chente, pero también se unen Peña, Anaya, Margarita, Barrales, El Bronco, Duarte, Trumpez.

A poco más de dos meses y medio de que se estrenaron capítulos de El privilegio de mandar en las plataformas digitales, se apreciará el trabajo de los libretistas Manuel Rodríguez Ajenjo y el director de escena César González El pollo a partir de hoy a las 23:00 por el canal Las estrellas.

Reynaldo López, el productor al confirmar el estreno de El Privilegio de mandar, escribió en su cuenta de twitter: “Los tiempos ahora nos permiten con el libreto ser más agudos, más ácidos, un poquitillo más entrones con los políticos. Solo pretendemos hacer reír, a partir de los personajes políticos”.

El actor Pierre Angelo, a quien se le reconoce por su caracterización de Peña dijo que "no se trata de ridiculizar al intérprete en turno, sino mostrarlo parodiado, todo con respeto, humor y sin salirnos del enfoque de darle diversión al televidente".

La línea del programa es apolítico, no cuenta con filiación alguna, agregó. "Mi posición como comediante, es ni a favor (de tal o cual partido político), ni inclinado a algún candidato postulado, sólo señalaremos los acontecimientos de tal forma como una radiografía llena de humor negro".

La nueva temporada lleva como mensaje el  alejar a la ciudadanía de la indiferencia cívica para ejercer el voto en las urnas. “El propósito es despabilar conciencias de los ciudadanos a fin de que se ejerza el voto y nulificar el abstencionismo. El fin, es que se haga efectivo el voto", concluyó Pierre Angelo.

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