Como si fuera una señal, la lluvia vistió el asombroso paisaje que distingue a la comunidad de Tayahua, se podía observar a lo lejos el cerrito de San Cayetano, donde fue realizada la ceremonia litúrgica por el eterno descanso de Don Antonio Aguilar El Charro de México, en su décimo primer aniversario luctuoso. Hace ya 22 años, el propio actor, cantante y productor, expresó que allí quería ser sepultado.
Al lugar llegaron personas de estados como Aguascalientes, Durango y tan lejanos como Chiapas, de municipios de Tabasco, Jalpa y del mismo Villanueva, todos querían recordar al “tunero paisano”.
Acompañaron a parte de la familia Aguilar familiares, amigos y visitantes, con quienes compartieron la nostalgia por la ausencia del pilar de esta gran dinastía, la ceremonia eucarística fue celebrada por el presbítero Gabriel Medina Magallanes y el párroco Roberto Díaz Villagrana.
Minutos después de la una de la tarde inició la ceremonia litúrgica, fue Ángela Aguilar quien leyó los salmos y el mariachi San Marcos de Calvillo, Aguascalientes, entonó las alabanzas durante la ceremonia.
El presbítero Gabriel Medina, de manera sencilla y realizando metáforas explicó el Evangelio del día, comparó el escenario de ese momento -el cerro de San Cayetano- con los montes y montañas relatadas en la Biblia, recordó al Charro de México.
Y dijo que “a través de las melodías se pueden mostrar mensajes de esperanza, de vida”, refiriéndose particularmente a algunos de los integrantes de esta familia.
Los presbíteros Gabriel Medina y Roberto Díaz bendijeron a la familia Aguilar y a los seguidores que acompañaron no solamente a “Los Aguilar” sino en especial a Don Antonio Aguilar Barraza.
Flor Silvestre acompañada de Pepe Aguilar y Antonio Aguilar Hijo, además de sus esposas y familias, tuvieron un momento íntimo en la tumba del querido Charro de México; en ese lugar recordaron un par de anécdotas, asimismo, la familia mostró que se acuerdan de él de una manera maravillosa, incluso en voz alta y dejando que el viento se llevara las palabras, se pudieron escuchar mensajes de alegría llenos de cariño y nostalgia al recordar su partida después de once años.
Flor Silvestre agradeció a los admiradores del tunero paisano y a medios de comunicación presentes su apoyo y el acompañamiento a su familia en un momento tan melancólico, pues de alguna manera al continuar escuchando sus canciones, ver sus películas y recordar a Antonio Aguilar pareciera como si aún estuviera aquí.
Instantes después, Antonio Aguilar Hijo, Ángela Aguilar y más integrantes de esta familia, presenciaron la bendición que el sacerdote Gabriel Medina realizó a un mural que fue pintado por el artista Pablo Chávez, en el cual se observa en plano central a Antonio Aguilar Barraza y a su alrededor elementos que distinguieron su trayectoria. Finalmente, la familia se retiró del lugar y el público en general, continuó visitando la tumba donde yacen los restos de este zacatecano, de igual manera disfrutaron de la maravillosa vista que ofrece el Rancho El Soyate, tomándose algunas fotografías y grabando videos en el lugar.