Los superhéroes también tienen problemas de inseguridad, se sienten solos y dudan de las decisiones que puedan tomar. Por lo menos eso les pasa a los siete miembros de The Umbrella Academy, quienes en la segunda temporada que estrena hoy por Netflix mostrarán que tener habilidades extraordinarias no los exime de mostrar su vulnerabilidad.
“Y qué mejor manera de contar la condición humana”, dice David Castañeda, quien en la serie interpreta a Diego, el número 2 de los siete integrantes de The Umbrella Academy. “Al ser un superhéroe, uno se espera ser invencible, que todo sea perfecto y que sepa que hacer. Pero en la segunda temporada, Steve Blackman –creador de la serie– me dijo lo que quería hacer”.
Los diez episodios de la serie basada en el cómic de Gerard Way –miembro de My Chemical Romance– y Gabriel Bá, llevará a los siete superhéroes a los años sesenta, en un mundo donde nadie los conoce y donde sus poderes para salvar al mundo son puestas a prueba ante un inminente apocalipsis que deberán evitar.
“Cada quien tiene que reinventarse y empezar una vida en un lugar donde nadie te conoce y no conoces a nadie. Entonces cada uno empieza creyendo que está solo y cuando vuelven a encontrarse ya no hay un rencor por estar separados, tenemos que mantener el tiempo lineal para llegar al 2019 y asegurarnos que siga el mundo después del 25 de noviembre”, comparte el actor de origen mexicano.
En este viaje temporal y emocional, el personaje de Diego es quizá el que se encuentra en una situación más compleja, pues al aparecer en 1963 su misión principal será evitar que el presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, sea asesinado, lo que provoca que lo encierren en un manicomio pensando que sufre de problemas mentales.
“Cuando vi a dónde querían llevar a mi personaje esta temporada me pareció muy bueno, porque aprendí cosas nuevas que nunca he sabido, como los medicamentos que te dan en el manicomio, los manierismos que vienen al estar adentro y lo que significan meses sin hablar con nadie. Me tocó ver documentales de gente que ha estado en la cárcel en aislamiento, que han estado años y cómo manejan su mente”, comenta el actor.
Para Castañeda, quien participó en Sicario: Día del soldado junto a Benicio del Toro, desnudar de sus poderes a estos superhéroes fue la mejor manera de mostrar la condición humana a través de la pantalla. “Porque lo que nosotros queremos como humanos es tener control de nuestra vida y cuando te quitan todo eso, te cuestionan cómo puedes retomar ese control. Eso me pareció interesante cuando vi que Diego pasaría por esto”.
La lógica por la que atraviesa Diego en la serie coincide con el ideal que David Castañeda ha tenido como actor desde que inició su carrera profesional hace una década. “Una de las razones por las que me metí a esta industria era para contar a los humanos que me toca ver a diario”, explica.
Y así lo ha hecho como actor en los últimos diez años. Sin embargo, Castañeda recuerda que su acercamiento al mundo del entretenimiento vino de su interés por convertirse en realizador detrás de la cámara: “Yo no pensaba ser actor, quería ser director de cine porque me encantaban las historias. Y ya después aprendiendo lo que es la psicología de los humanos, poco a poco me metí a la actuación”.
Pero el sueño de detrás de la cámara se cumplirá una vez que aprenda lo suficiente como histrión. “Ahora estoy aprendiendo con todos los actores con los que trabajo ahorita, con los escritores que me toca hablar sobre la historia, los directores. Lo que estoy haciendo ahora es entrenándome, viendo cómo lo hacen. Después ya cuando me sienta que esté listo me devuelvo otra vez a estar detrás de la cámara”, señaló.
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