El candidato presidencial de la coalición Todos por México (PRI, PVEM y Nueva Alianza), José Antonio Meade Kuribreña, rechazó ser el padre del gasolinazo, y atribuyó el alza de las tarifas a los diputados del PAN y PRD.
Precisó que cuando se dio el debate legislativo de la reforma fiscal, el PRD propuso un impuesto variable en el costo de la gasolina, mientras que en la discusión de la reforma energética el PAN condicionó su aval a la liberalización del precio de la gasolina.
Aseguró que al asumir la titularidad de la Secretaría de Hacienda solo dio la cara para explicar que había volatilidad en el precio del petróleo y, ante ese escenario, tomó la decisión de no cobrar todo el impuesto que había solicitado el PAN.
“Voy a pedir un día un ADN para ver quién es el padre del gasolinazo,” dijo el candidato presidencial durante un encuentro que sostuvo con Francisco Torres Vázquez, vicepresidente de la Organización Editorial Mexicana (OEM), y los directores editoriales de los 60 periódicos de este consorcio.
El precandidato relató que en cuanto el precio de la gasolina comenzó a caer en 2014, el gobierno tomó la primera definición en torno al precio de los hidrocarburos y lo que hizo fue cambiar de un impuesto variable a un impuesto fijo de 4 pesos; mientras que él se encontraba como canciller “muy preocupado por cuidar la relación con China” y diversificar el espacio de México frente a otras naciones.
“Desde el punto de vista paternidad, pues no estaba yo ni cerca de la recámara. Andaba yo dándole vuelta a todas partes del mundo”, bromeó.
Apuntó que ha estudiado “mucho esa Coalición (PAN-PRD), y me da la impresión ya, de que esa Coalición lo único que la vincula es la paternidad del gasolinazo: en todo lo demás no están de acuerdo, pero acá uno pidió el impuesto y el otro pidió que se liberara la gasolina”. Y agregó: “yo asumo la paternidad del estímulo fiscal para suavizar las fluctuaciones”.
Justifica su tercer lugar en las encuestas
En el foro con la OEM, Meade dijo que no tiene duda de que ganará las elecciones del próximo 1 de julio y resaltó que las campañas cuentan porque permiten evaluar las propuestas de los contendientes y, el resultado, impacta en la instrumentación de políticas públicas que darán soluciones a los problemas del país.
Justificó su tercer lugar en las encuestas porque sus adversarios en la contienda, Andrés Manuel López Obrador y Ricardo Anaya Cortés, aprovecharon los vacíos de la ley electoral para promocionarse desde sus cargos como dirigentes nacionales de Morena y Acción Nacional. “La campaña aún no empieza”, dijo.
Aclaró que antes de que empezara el proceso electoral “nadie podía hacer un acto anticipado de campaña. Hubieron dos excepciones, que entendieron el mecanismo electoral y entendieron cuál era su espacio de debilidad que fueron Andrés y Ricardo, cada uno en su papel de presidente de partido usaron el modelo de comunicación política para posicionarse, y lo hicieron durante 3 años”.
Se trata, argumentó, de “una inequidad estructural que se va a corregir parcialmente una vez inicie la campaña y todos tengamos la posibilidad de la misma presencia mediática masiva que una campaña implica”.
Por lo anterior, Meade consideró que “hoy no estamos en la posibilidad de comparar a ninguno de los perfiles entre sí porque todos han tenido una exposición comunicacional diferente: no se puede comparar la exposición de los independientes, y no se puede comparar, incluso, la posición nuestra con quienes comunicacionalmente llevan literalmente 3 años de ventaja en un proceso que todavía no empieza”.
Legalización de las drogas
Meade Kuribreña expuso que la legalización de las drogas duras no abatirá la violencia y la inseguridad del país. Reconoció que hay una presencia causal entre el narcotráfico y la pelea por las rutas, pero tiende a no estar vinculada con la mariguana, sino con drogas más duras, como la heroína y las mentafetaminas. “El papel que juega la mariguana en la violencia probablemente no sea tan destacado”, consideró.
Al hablar de la violencia que hay en Baja California Sur, comentó que está vinculada al crack que es muy barato y adictivo que genera violencia entre los adictos a esta droga.
Explicó su propuesta de seguridad en cuatro ejes. Primero, restar capacidad delictiva quitándole armas, eso implica modificar la forma de operar de las aduanas, porque hay más desarrollo en cómo detectar drogas que en cómo impedir la llegada de armamento.
Otro elemento es debilitar los recursos del narco para lo que se necesita una reforma en la justicia penal, porque en México el congelamiento de bienes se da hasta que se acredite su procedencia ilícita.
Insistió en la importancia de homologar un Código Penal Único para enfrentar delitos como robo en habitación, vehículos y transeúntes, entre otros. Y mejorar los cuerpos policíacos con participación de las Fuerzas Armadas.
Lamenta la impunidad por el caso Ayotzinapa
En torno al caso de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, Meade Kuribreña consideró que uno de los principales problemas es la impunidad en los homicidios y que este caso debe servir para “hacer un reclamo mucho más amplio y más sentido”.
Reconoció que un pendiente del gobierno es “cuantificar y generar presión alrededor del tema de impunidad” en el Ministerio Público, dado que el país requiere datos reales para conocer todos los homicidios que se generan en el país y, con ello, la sociedad civil y gobierno, puedan cotejar el número de averiguaciones previas que se abren y en qué fase están de su procedimiento para resolver los crímenes y evitar así la impunidad.
“Mi impresión es que la reflexión de Ayotzinapa es una reflexión más amplia; mi impresión es que la justicia que se reclama en Ayotzinapa debiera llevarnos a un reclamo más amplio, y ese reclamo debiera ser que ni una sola de las muertes, no importa quién sea, no importa que el que murió era narcotraficante, no importa si murió durante una balacera ente cárteles, no debería de haber un solo homicidio en México que quedara impune y hoy buena parte de los homicidios quedan impunes”, consideró.
Recordó que durante la anterior administración en Guerrero “no se abrían averiguaciones previas”, por lo que advirtió que eso hace creíble que en Ayotzinapa lo que ocurrió fue en un entorno de brutal impunidad.
“Más allá de Ayotzinapa, pero empezando por Ayotzinapa lo que tenemos que tener es una cultura que ayude a que se acabe esa impunidad”, ya que considera que “en México no debe haber un solo homicidio que se quedara sin investigar. No debería haber un solo homicidio que no terminara en sentencia, que permitiera reparar el daño que el homicidio genera”.
Meade contrastó el hecho que México no tiene la capacidad de combatir la violencia y narcotráfico como en Estado Unidos; ya que en ese país “puedes ser narcotraficante, pero no puedes ser homicida y aquí, batallamos todos los días con el narco, pero somos incapaces de combatir el homicidio”, apuntó.
Huachicoleo no es negocio familiar
Meade Kuribreña aseguró que la extracción ilegal de ductos de hidrocarburos en México “es un problema grande” y “no se resolverá en un año”.
Para frenar a este flagelo tiene un plan: atacar el delito en dos vertientes, desde la oferta de hidrocarburos robados por los criminales que tienen nexos con autoridades de Pemex y autoridades municipales y la demanda que ocurre de parte de transportistas.
El candidato consideró a los huachicoleros como una industria, que tiene a su servicio hasta ingenieros, por lo que descartó que se trate de negocios familiares. Por el contrario, dijo que hay registro de que las comunidades viven agobiadas por el crimen organizado y las familias involucradas son pocas.