Ziehlo Jiménez
En Xalapa, sobre todo en las arterias principales, se hanerigido decenas de estatuas y bustos de aquellos personajes que handejado un legado importante; sin embargo, debido a la falta demantenimiento la gran mayoría están en el olvido llenos degrafitis y suciedad, además de ser víctimas de hurtos yvandalismo constantes.
En el parque Farolito, ubicado atrás de la avenida ÁvilaCamacho, entre las calles Colegio Militar y José Azueta, seencuentra la escultura que representa a Agustín Lara sentado ellado de su piano mientras fuma un cigarro y que fue diseñada porel escultor Héctor Cabañas Álvarez en 2012.
Sin embargo, a decir del artista, desde que fue develada ha sidotres veces vandalizada. Hoy día, lo que más resalta de esa piezaes que la figura está a punto de perder su brazo derecho, pues unavarilla es lo único que sostiene que no caiga en pedazos.
De acuerdo con los habitantes los daños que ha tenido la piezaes debido al vandalismo que ha imperado en el lugar, sumado a ladesatención de parte de las autoridades que con el paso de losaños lejos de embellecer la ciudad, producen el efectocontrario.
Otra de las esculturas que resalta por el vandalismo es la deLos Jarochos, situada en la avenida Arco Sur frente a la parroquiade Monseñor Guízar y Valencia. Esta obra que fue hecha por elescultor Carlos Espino en 1992 y que representa la idiosincraciadel estado al reflejar una pareja de son jarocho y personajesejerciendo varios oficios ha sido violentada.
Tan sólo las redes de los pescadores han desaparecido, al igualque el machete del cortador de caña; inclusive fue robado elcuerpo de un niño que acompañaba a una mujer, al grado que loúnico que quedó fueron los pies del pequeño ser. Además, laplaca y los ornamentos que rodeaban la base de la esculturatambién fueron hurtados.
A unos cuantos metros, sobre esa misma avenida en la entrada delfraccionamiento Las Fuentes, al monumento a Yanga —realizado porel escultor Víctor Gutiérrez en 2004— le fue hurtado sumachete.
Lo mismo le sucedió a la estatua del general Ignacio de laLlave, ubicado frente al Teatro del Estado, sólo que a éste lefue robada su espada quedando sólo la empuñadura en la mano.
Y aunque las efigies de la ciudad no cuentan con una placa quelos identifique, lo que sí se les nota son las marcas que handejado personas con sus grafitis, sobre todo en las bases de lasesculturas, donde han utilizado latas coloridas de aerosol paravandalizarlas.
Ya sea en estatuas como la de Francisco Javier Clavijero,situada a la altura de la avenida Xalapa en la calle Ernesto OrtizMedina, y que fuera instalada en noviembre de 1974.
En el monumento La Antorcha, con motivo a Los Mártires del 28de agosto de 1924 y localizado en Ruiz Cortines, la situación esaún más graves pues el parque donde está cimentando, así comosu base, está vandalizado con varios simbolismos que hanconvertido al sitio en un lugar sombrío.
La falta de pintura en las bases de este lugar también salta ala vista, además de ciertas fracturas y grietas que con el paso delos años han sufrido.
En cuanto a la escultura de Adolfo Ruiz Cortines, ubicada sobrela calle que lleva el mismo nombre, sin bien no ha sido vandaliza,está deteriorada a causa del salitre que abunda sobre el pecho yespalda de la figura.
Mientras que las figuras de María Enriqueta Camarillo y Roa yVenustiano Carranza, localizadas en la calle que lleva el nombre deeste último personaje, pese a encontrarse en áreas verdes éstasprevalecen llenas de basura y residuos que distan mucho de lo quedebería ser un homenaje a ellos.
DE LA ESCULTURA SÓLO QUEDA LA BASE
Además de lo deterioradas y abandonadas que están variasestatuas, muchas de ellas han desaparecido por completo, ya que loúnico que queda de ellas es la base que portaban.
En el Paseo de Las Palmas, situado en el fraccionamientoVeracruz, se puede notar la base de concreto grafiteada que cargabael busto o figura de algún personaje ilustre.
Los vecinos desconocen quién era la figura que habíanestablecido en ese lugar, pues dijeron que desde hace 30 años elsitio ha permanecido sólo con la base.
Mientras que en la avenida Miguel Alemán, esquina con la calleMiami, también hay una base en el olvido sin nada sobre él másque rayones y la huella de lo que fuera una placa en honor allíder agrarista Carolino Anaya.
A decir de los colonos, la pieza era un busto de broncerealizado en 1978 por el escultor Erasmo Vásquez Lendechy y quefue sustraído en los últimos años.
De igual forma, en el parque que se encuentra en la calle Alfaroy González García de la colonia Centro, desapareció el bustofundido en bronce de Manuel Maples Arce, el cual fue obra delescultor Barremo en 1981.
En el parque Los Berros han robado tres bustos fundidos debronce: el de Salvador Díaz Mirón, Rafael Delgado y Josefa Ortizde Domínguez, los cuales fueron creación del escultor CarlosBracho sin fecha precisa de instauración.
PROYECTO DE RESTAURACIÓN
De acuerdo con el escultor xalapeño Héctor Cabañas Álvarez,quien ha esculpido varias esculturas en la capital, desde 2012propuso el proyecto “Recuperación del patrimonio escultóricoperdido” a las autoridades municipales sin que éste tuvieraéxito.
Se trató de echar andar el trabajo en ese entonces con eldiputado Uriel Flores Aguayo, pero no se concretó porque el dineronunca se pudo bajar. El recurso era de un millón y medio, pues enese año de las 65 esculturas y bustos de Xalapa, 35 habían sidorobados y mutilados”, expuso.
Precisó que el proyecto constaba en restaurar todas lasesculturas de la ciudad y hacer réplicas de aquellas que habíansido robadas, pero en vez de bronce fueran de marmolina con tal deaminorar los robos.
Sin embargo, reconoció que el vandalismo hacia estas piezas nosólo es con fines de comercializar los materiales, pues tan sólola escultura de Agustín Lara ha sido restaurada tres veces auncuando está hecha de cemento gris.
“Ahorita no sólo las grafitean o roban las de metal, sinotambién de otros materiales mucho más económicos, ya ni vendenlas piezas como antes; sólo es por vandalizar pues se restauran undía y al otro día van contra ella, es algo que da muchatristeza”, manifestó.
Por lo que el escultor Cabañas Álvarez señaló la necesidadde retomar el programa con las autoridades actuales, donde ademásse involucre vigilancia de la policía para cuidar de estas piezasque son un patrimonio en la ciudad.
“Todavía no hemos tenido oportunidad de hablar con el alcaldeHipólito, pero queremos pedirle una audiencia y se les coloquencámaras y la gente también denuncié por si ve algo”,expuso.
Señaló que primero habrá que hacer un replanteamiento ytrabajo de campo para saber la inversión que se necesitará pararestaurar todas las esculturas que actualmente se encuentrandañadas y que no han sido repuestas.
Cabañas Álvarez mencionó que también es responsabilidad delas autoridades tener un registro actualizado del número deesculturas y bustos para poder tener un mayor control.
“Hace ya seis años cuando hice el trabajo de campo y vimosque eran 65 piezas, no había otro registro. Si acaso un libro delmunicipio que trae esculturas pero es hasta el año 1979, yapasaron más de 40 años y no está al día”, expuso.