En ocasión de que el pasado sábado celebraron susBodas de Oro cuatro venerables sacerdotes, Gabriel Magaña Santoyo,Luis Acosta Méndez, Sergio Gabriel de la Fuente Peña y Felipe EngLao Solano, la Arquidiócesis de Xalapa recuerda en su comunicadodominical que el sacerdote es un hombre sacado de entre loshombres, una persona consagrada a Dios que “lleva tesoros envasijas de barro”, según las palabras del apóstol Pablo, lo quesignifica que es portador de un mensaje que no es suyo sino deDios. El comunicado titulado “Custro Bodas de Oro sacerdotales enla Catedral de Xalapa” y firmado por José Manuel Suazo Reyes,director de la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesisde Xalapa, indica que las palabras del apóstol Pablo significanque la salvación que comunica el sacerdote pasa a través de sufragilidad y que su humanidad lo acompaña toda la vida. “Por esonecesita siempre ser un hombre de Dios, alguien que se alimentafrecuentemente de la Palabra de Dios, de los sacramentos, de laoración y de las obras de caridad. Es un ser humano necesitadosiempre de la misericordia de Dios”, se afirma. El sacerdote esuna persona para los demás, su agenda la modifican continuamentelas necesidades espirituales de sus feligreses. De ahí que ademásde sus programas pastorales tenga que dejar espacios para lo quesurja todos los días. Un sacerdote tiene el privilegio de conocercontinuamente la verdad más profunda del ser humano, el interiorde las personas, ahí donde nadie se puede engañar; es aquellarealidad que necesita muchas veces ser curada, animada oacompañada, se lee en el documento. La vida sacerdotal, expresa elcomunicado de este domingo, tiene que ver con todas las etapas dela persona, pues puede ser que en un día aconseje o se encuentre,lo mismo con un niño o un joven, un adulto o una persona mayor, yque gracias a su ministerio debe acompañar lo mismo al que estáalegre porque acaba de bautizar a su hijo o al que está tristeporque enfrenta la enfermedad o la muerte. “El sacerdote es unser humano como todos, necesita estudiar para comprender mejor larealidad, se fatiga, ríe, come, duerme y sufre también endeterminadas ocasiones. Si usted conoce a algún sacerdote, recepor él, él lo hace continuamente por usted. El sacerdote es unapersona que sirve a los demás con sus virtudes y sus defectos”,indica el comunicado de la Arquidiócesis de Xalapa. El documentorecuerda que para celebrar los 50 años de servicio de cada uno delos sacerdotes mencionados se realizó una concelebracióneucarística con una Catedral abarrotada por feligreses quearribaron procedentes de las distintas comunidades donde estosministros de Dios se encuentran sirviendo y que la SagradaEucaristía fue presidida por el arzobispo de Xalapa, HipólitoReyes Larios, y concelebrada por dos obispos, Rafael PalmaCapetillo y Eduardo Cervantes así como por más de 50sacerdotes.
En ocasión de que el pasado sábado celebraron susBodas de Oro cuatro venerables sacerdotes, Gabriel Magaña Santoyo,Luis Acosta Méndez, Sergio Gabriel de la Fuente Peña y Felipe EngLao Solano, la Arquidiócesis de Xalapa recuerda en su comunicadodominical que el sacerdote es un hombre sacado de entre loshombres, una persona consagrada a Dios que “lleva tesoros envasijas de barro”, según las palabras del apóstol Pablo, lo quesignifica que es portador de un mensaje que no es suyo sino deDios. El comunicado titulado “Custro Bodas de Oro sacerdotales enla Catedral de Xalapa” y firmado por José Manuel Suazo Reyes,director de la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesisde Xalapa, indica que las palabras del apóstol Pablo significanque la salvación que comunica el sacerdote pasa a través de sufragilidad y que su humanidad lo acompaña toda la vida. “Por esonecesita siempre ser un hombre de Dios, alguien que se alimentafrecuentemente de la Palabra de Dios, de los sacramentos, de laoración y de las obras de caridad. Es un ser humano necesitadosiempre de la misericordia de Dios”, se afirma. El sacerdote esuna persona para los demás, su agenda la modifican continuamentelas necesidades espirituales de sus feligreses. De ahí que ademásde sus programas pastorales tenga que dejar espacios para lo quesurja todos los días. Un sacerdote tiene el privilegio de conocercontinuamente la verdad más profunda del ser humano, el interiorde las personas, ahí donde nadie se puede engañar; es aquellarealidad que necesita muchas veces ser curada, animada oacompañada, se lee en el documento. La vida sacerdotal, expresa elcomunicado de este domingo, tiene que ver con todas las etapas dela persona, pues puede ser que en un día aconseje o se encuentre,lo mismo con un niño o un joven, un adulto o una persona mayor, yque gracias a su ministerio debe acompañar lo mismo al que estáalegre porque acaba de bautizar a su hijo o al que está tristeporque enfrenta la enfermedad o la muerte. “El sacerdote es unser humano como todos, necesita estudiar para comprender mejor larealidad, se fatiga, ríe, come, duerme y sufre también endeterminadas ocasiones. Si usted conoce a algún sacerdote, recepor él, él lo hace continuamente por usted. El sacerdote es unapersona que sirve a los demás con sus virtudes y sus defectos”,indica el comunicado de la Arquidiócesis de Xalapa. El documentorecuerda que para celebrar los 50 años de servicio de cada uno delos sacerdotes mencionados se realizó una concelebracióneucarística con una Catedral abarrotada por feligreses quearribaron procedentes de las distintas comunidades donde estosministros de Dios se encuentran sirviendo y que la SagradaEucaristía fue presidida por el arzobispo de Xalapa, HipólitoReyes Larios, y concelebrada por dos obispos, Rafael PalmaCapetillo y Eduardo Cervantes así como por más de 50sacerdotes.