Piden con fe; xalapeños se volcaron a la Basílica Menor de El Dique

Itzel Molina

  · martes 13 de diciembre de 2016

Xalapeños oraron con gran devoción. Foto: René Corrales

Xalapa, Ver.- Acompañados de familiares, amigos, compañeros detrabajo o en solitario pero todos envueltos en la fe, miles deperegrinos llegaron a la Basílica Menor de Nuestra Señora deGuadalupe para festejar a la madre de los mexicanos.

Agradeciendo las bendiciones recibidas, pidiendo salud, paz,armonía y seguridad, los fieles se arrodillaron frente al altar desu patrona.

Con flores en mano, coronas para la reina de México yemperatriz de América, vistiendo trajes de indio, cantando lasmañanitas o aplaudiendo su belleza, cada uno logró ver el rostrode su bondad, la misma que los ha cobijado desde que creen en susmilagros. Todo en el marco de una fecha en la que es tradiciónpara Xalapa recibir a fieles católicos y creyentes en la Virgen deGuadalupe.

Previo al ingreso al santuario, que por segundo día consecutivolució abarrotado; los fieles fueron rociados con agua bendita porlos acólitos que, de manera indiscriminada, levantaban y sacudíanlas ramas que tenían en sus manos para dar la bienvenida a quienesdecidieron felicitar a la Guadalupana en su día.

El interior de la Basílica menor lucía repleto; sin embargo,la mayor conglomeración se registró en las escalinatas para lallegada a la entrada principal, donde con mucha fe, pero sobre todopaciencia, los peregrinos debía esperar hasta media hora parapoder ingresar y postrarse frente al altar de la Virgen de losmexicanos.

Pese a la espera los fieles se dirigieron de manera pacífica alaltar de la madre de Dios y los mexicanos para poder presentarlesus peticiones, regalos, hijos y agradecimientos. Una vez adentro,se arrodillaban, rezaban, lloraban, cantaban y sonreían ante laimagen que cada año anhelan ver para demostrar el reconocimiento yfe que se le tienen sin importar la edad, posición económica oprofesión.

El altar, lleno de flores, veladoras, pero sobre todo de luz quehacía denotar el rostro de la Virgen que esperaba ser visitada yobservada por los miles de peregrinos que dedicaron un día laboralpara presentarse en el santuario.

Los padres llevaron orgullosos a sus hijos vestidos de“inditos” para ser presentados ante la Virgen de Guadalupe, afin de que los acogiera bajo su manto sagrado y les diera subendición.

Las selfies, fotografías del recuerdo, ya fueran con suspropios celulares, cámaras o tabletas electrónicas o en lospuestos instalados en los alrededores de la Basílica fueron parteimportante de este festejo guadalupano.

Aunque el cúmulo de personas que se presentó a este festejofue considerable, no se registraron situaciones de importancia, porlo que la Dirección de Protección Civil Municipal informó que seobtuvo saldo blanco.