24 de octubre: Festejo y devoción a San Rafael Guizar y Valencia

El próximo año se celebrarán 100 años de su llegada a estas tierras

José Morales |Diario de Xalapa

  · domingo 20 de octubre de 2019

Foto: David Bello

XALAPA, Ver.- El 24 de octubre es la fiesta litúrgica de San Rafael Guízar y Valencia, quien fue el quinto obispo de Veracruz, cuyos restos reposan en la Iglesia Catedral de Xalapa, manifestó José Manuel Suazo Reyes, vocero del arzobispo de Xalapa.

De acuerdo con el vocero de la Arquidiócesis de Xalapa más de 100 mil peregrinos acuden a venerarlo el día de su fiesta sin contar los que asisten durante el novenario o durante el año.

La reliquia de primer grado -señalo- es el corazón de San Rafael que ha sido llevada en peregrinación a diferentes estados de la república Mexicana como Querétaro, San Luis Potosí, Jalisco, Aguascalientes, Quintana Roo y Ciudad de México e incluso ha visitado el Estado Norteamericano de California.

Refirió que San Rafael solía decir que cuando muriera pediría a Dios que le permitiera seguir dando misiones desde el cielo para su amada diócesis de Veracruz y así su corazón siguiera peregrinando

Expresó que desde hace 11 años, el museo donde se puede conocer la vida y obra del Santo Obispo de Veracruz, ha recibido más de medio millón de visitas de México y el extranjero.

Cabe recordar que Rafael Guízar y Valencia nació en Cotija, Michoacán el 26 de abril de 1878. Fue ordenado sacerdote el primero de junio de 1901. En Agosto de 1919 estando en Cuba, fue nombrado obispo de Veracruz por S.S. Benedicto XV. A Veracruz llegó el 3 de enero de 1920. El próximo año celebraremos 100 años de su llegada a nuestras tierras.

Monseñor Guizar y Valencia predicaba en las parroquias, enseñaba la doctrina cristiana, pasaba horas en el confesionario y visitaba a los enfermos. De los dieciocho años como obispo, nueve los pasó en el exilio o huyendo porque lo buscaban para matarlo.

Murió en la Ciudad de México el 6 de junio de 1938. Fue sepultado en el Cementerio Viejo de Xalapa y 12 años más tarde su cuerpo fue encontrado incorrupto y se le trasladó a la catedral donde hoy se veneran sus restos.

Fue beatificado el 29 de enero de 1995 por S.S. Juan Pablo II y canonizado por S.S. Benedicto XVI el 15 de octubre de 2006.

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