Del 10 de enero al 30 de octubre de 2021, la Secretaría de Salud del Gobierno Federal registró 34 mil 571 casos de diabetes mellitus en Veracruz, con lo cual se ubica en segundo lugar nacional en número de personas diagnosticadas con este padecimiento que, en 2020, causó 12 mil 713 muertes.
Según datos del Boletín Epidemiológico del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, correspondiente a la semana epidemiológica 2 – que va del 10 al 16 de enero de 2021– la entidad veracruzana había registrado 537 personas con diabetes (536 con diabetes mellitus tipo 2 y un caso de diabetes mellitus tipo 1).
Posteriormente, en la semana 43, del 24 al 30 de octubre de este año, la cifra de personas diagnosticadas con el padecimiento subió a 34 mil 571, de los cuales 105 fueron por diabetes mellitus tipo 1 y 34 mil 466 con diabetes mellitus tipo 2.
Estas últimas cifras muestran que la población femenina es la más afectada, con 21 mil 119 casos acumulados frente a 13 mil 452 casos detectados en hombres.
Tan solo en la última semana de octubre se sumaron 839 casos de diabetes mellitus tipo 2.
Durante el periodo 10 de enero- 30 de octubre de 2020, la cifra por diabetes mellitus en Veracruz alcanzó los 22 mil 033 casos, lo cual comparado con lo registrado en el mismo periodo de este año (34 mil 571) se tiene un aumento de 36.37 por ciento, con 12 mil 538 casos más.
Al cierre de octubre de 2021, las entidades con el mayor número de personas diagnosticadas con diabetes son el Estado de México, con 36 mil 002 casos; Veracruz, con 34 mil 571; Jalisco, 23 mil 008; Ciudad de México, con 22 mil 956; Baja California, registra 15 mil 527 casos; Nuevo León, con 14 mil 430; Chihuahua, 13 mil 913; Tamaulipas, 13 mil 470; Chiapas, 12 mil 564; y Coahuila, con 12 mil 469.
Es importante precisar que –de acuerdo con la Ensanut 2020 (Encuesta Nacional de Salud y Nutrición)– 30 por ciento de los adultos que viven con diabetes desconocen su condición.
La conmemoración del Día Mundial de la Diabetes cobra relevancia para Veracruz, y el país. De acuerdo con los datos definitivos sobre mortalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en el 2020 fallecieron por diabetes mellitus en Veracruz 12 mil 713 personas (6 mil 321 hombres y 6 mil 392 mujeres). En el nivel nacional, la entidad veracruzana ocupa el cuarto lugar con una tasa de 15.7 fallecimientos registrados por diabetes mellitus por cada 100 mil habitantes. Durante el año pasado, la diabetes se convirtió en la tercera causa de muerte en el país, con 151 mil 019 decesos, mientras que en 2019 fue de 104 mil 354.
En 2019, la Federación Internacional de Diabetes (FID) ubicó a México dentro de los seis países con mayor prevalencia en adultos (de 20 a 79 años).
La FID estima que, en México, habrá nueve millones de personas con diabetes para el 2025.
Por su parte, el Instituto Nacional de Salud Pública detalla que, en menos de medio siglo, la diabetes se ha convertido en uno de los principales problemas de salud en México.
A partir del año 2000, es la primera causa de muerte en las mujeres y la segunda en los hombres. Además, es motivo más frecuente de incapacidad prematura, ceguera y amputaciones de extremidades no causadas por traumatismos. Es una de las cinco enfermedades con mayor impacto económico al sistema de salud.
Explica que la diabetes es el resultado de un proceso iniciado varias décadas antes. La mayoría de los casos tienen otros miembros de su familia afectados.
“Un alto porcentaje tiene en los primeros años de la vida adulta de concentraciones anormales de colesterol, triglicéridos, colesterol HDL y ácido úrico. Años más tarde, puede aparecer la hipertensión arterial. Con el paso del tiempo, la concentración de glucosa en sangre aumenta: inicialmente después de los alimentos y años más tarde aún en el ayuno”, refiere la Ensanut 2020.
Actualmente, con la irrupción del Covid-19, se confirmó que a nivel nacional, es alta la proporción de la población con diagnóstico médico de padecimientos crónicos, los cuales pueden aumentar la probabilidad de desarrollar Covid-19 grave. El aumento del riesgo de complicaciones graves es del 10.6 por ciento para diabetes y 13.4 por ciento para hipertensión.
NO DORMIR BIEN, FACTOR DE RIESGO
Si eres de los que duerme 3 o 4 horas al día y al llegar el sábado “compensas” durmiendo hasta el mediodía, puedes estar en riesgo de padecer diabetes.
La doctora María Luisa Moreno Cortés, investigadora del Área de Biomedicina del Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB) de la Universidad Veracruzana (UV) nos dice que no dormir bien es uno de los factores para contraer diabetes que podemos modificar.
Una correcta higiene del sueño, es fundamental para que nuestro organismo esté sano, pues dormir “es un evento fisiológico natural, espontáneo, que tiene efectos restaurativos, antioxidantes, consolida la memoria, entre muchos otros “, abunda la académica.
Señala que una persona debe dormir entre 6 a 8 horas diarias de forma continua, es decir, “si en la semana duermo tres horas y el fin de semana 10, no estoy compensando, porque el organismo no funciona así”.
Señala que el buen dormir es uno de los factores modificables para prevenir la diabetes, y para ello es necesario “hacer un ritual, establecer una higiene de sueño, que son una serie de conductas que deben realizarse: tener un horario para dormir y despertar que se aplique los siete días de la semana; no tener dispositivos en la habitación, como televisión, laptop o celular”.
Moreno Cortés ejemplifica que un acto tan sencillo como llevar el celular a nuestra habitación puede ser muy perjudicial, porque el celular emite un pulso de luz que parece ser imperceptible pero que altera nuestro ritmo de sueño y los niveles de hormonas, entre ella la melatonina, que promueve el sueño.
Agrega que al desvelarnos estamos haciendo trabajar de más a nuestro organismo cuando debería estar en reposo, lo que nos lleva a tener hambre, pero lo que se nos antoja en la madrugada son productos altos en grasas y en azúcares. De esta forma no dormir a nuestras horas termina siendo un daño serio a nuestro organismo.
FACTORES PARA LA DIABETES
La coordinadora del Área de Biomedicina de la IIB nos dice que son múltiples los factores que inciden para que una persona desarrolle diabetes, y que estos se dividen en factores no modificables, donde entra nuestra edad, sexo y carga genética, y los factores modificables, que están relacionados a nuestros hábitos cotidianos.
Alimentación balanceada, práctica de actividad física, hidratación correcta, buen dormir y el manejo de las emociones son factores que podemos modificar y que están directamente relacionados con lo que hacemos todos los días.
Señala que al menos 10 años antes de padecer la enfermedad existe la etapa de prediabetes y que está caracterizada por incremento en los niveles de glucosa. “En la prediabetes ya se manifiesta la resistencia a la insulina que se traduce, por ejemplo, en que no podemos bajar la “llantita” de la cintura, en las mujeres el rango máximo es de 80 centímetros y en hombres de 90cm; otra alerta es la acantosis nigricans, es decir, un oscurecimiento de la piel en algunas zonas, como las axilas o el cuello”, indica.
Estar atentos a las alertas de la prediabetes puede ayudar a evitar que esta enfermedad aparezca, para ello es necesario ir a chequeo médico al menos una vez al año o cada seis meses, si se reconoce uno con algún factor de riesgo.
CAMPAÑAS NO FUNCIONAN
La investigadora explica que la diabetes es una enfermedad crónica no transmisible considerada un problema de salud pública.
En el mundo son casi 500 millones de personas quienes padecen esta enfermedad; México está a nivel mundial en el sexto lugar en incidencia, con cerca de 10 millones de personas que la padecen y Veracruz está por encima de la media nacional en casos.
“La diabetes es considerada un problema de salud pública porque a pesar de haber muchas estrategias de contención de la enfermedad, porque sí hay mucha información y campañas para controlarla, medidas como el IVA a refresco o el etiquetado de productos, están no han tenido éxito”, abunda la académica.
Agrega que ante la resistencia que hay en la población a hacer caso de estas campañas, la apuesta sigue siendo a la educación en buenos hábitos de salud.
“Es cierto que hay un bombardeo diario de productos que son ricos en grasas y azúcares, pero como población debemos tener la conciencia de la importancia de tener buena salud y decidirnos a actuar”, indica.
Ante ello los hábitos diarios son el punto nodal, sin embargo, reconoce que en general es difícil modificarlos, principalmente porque no nos ponemos metas realistas y acorde a nuestro estilo de vida e intereses.
RETO DE 21 DÍAS
Moreno Cortés explica que los hábitos que no se han hecho antes deben empezarse por acciones muy sencillas: “Por ejemplo, si nunca he hecho ejercicio y quiero bajar de peso, empezar por salir a caminar o realizar una activación de al menos 30 minutos con el fin de sentirme bien”.
“Si uno es coherente con que quiero hacer un nuevo hábito saludable a favor de mí, de prevenir enfermedades, aumento de peso corporal, diabetes, entones hay que proponerse una meta muy sencilla, tan sólo por el hecho de sentirme bien; ya a mediano plazo que sea bajar mi grasa corporal, etcétera”, abunda.
Las metas deben ser acordes a nuestra condición económica, nuestras características físicas y nuestros intereses, “uno no se adhiere a los cambios de hábitos porque suelen ser muy estrictos, hay que empezar de a poco, siendo coherentes, y si se hacen cambios en nuestro estilo de vida, la diabetes se puede revertir y evitar”.
Una vez que tenemos identificados aquello que vamos a cambiar es necesario fijarnos un tiempo para realizarlo, y para ello la investigadora recomienda tomarlo como un reto de 21 días.
“Es el reto de 21 días porque se ha visto que en tu cerebro se consolida un hábito durante ese tiempo. 21 días para dejar de comer grasa, 21 días para dejar de tomar café, 21 días para hacer ejercicio; si nos proponemos cambiar un mal hábito y lo seguimos durante 21 días, eso será ya un primer paso sólido al cambio”, abunda.
Finalmente, la especialista llama a no dejar de lado el manejo de nuestras emociones: “La supresión de emociones, como ira o tristeza, vulnerabilizan el sistema inmune y esto es un factor de riesgo para la diabetes; así como ponemos atención a lo físico debemos hacer acciones para estar bien emocionalmente, pues estar tristes o estresados nos enferma e impide seguir adelante en nuestras actividades cotidianas”.