Xalapa, Ver.- Las principales calles y avenidas de esta capital presentan una mayor movilidad pese a la cuarentena y a los contagios por coronavirus que siguen en aumento. Basta con recorrer Lucio, Clavijero, Revolución, Ávila Camacho, Enríquez, Poeta Jesús Díaz y Altamirano para ver a un mayor número de personas, tanto con comercios como en las calles.
Además, algunas no llevan cubrebocas y hay quienes no practican el estornudo de etiqueta o de plano escupen en el piso, a pesar del insistente llamado de las autoridades para tomar medidas sanitarias contra el coronavirus.
También puede verse un mayor número de comercios no esenciales en funcionamiento, como zapaterías y tiendas de chácharas, que aplican gel antibacterial a la entrada y permiten el paso a una sola persona por familia o grupo.
En cajeros automáticos destacan las filas de personas, con la sana distancia. Además, el número de automóviles en circulación es mayor en comparación con días anteriores.
Mientras tanto, parques y jardines se mantienen restringidos y es común que policías tengan que llamar la atención a quienes entran sin respetar el acordonamiento.
De acuerdo con las autoridades sanitarias, el semáforo epidemiológico en la entidad aún se mantiene en rojo y por ello es necesario respetar las medidas de prevención de contagio y, principalmente, mantenerse en casa, en caso de que no se tengan actividades importantes que realizar en la calle.
No hay fiestas ni ceremonias para que la gente se arregle
Con una baja significativa en la demanda de sus servicios trabaja desde hace casi tres meses Odi, estilista de la ciudad de Orizaba quien tuvo que prescindir durante un tiempo de la empleada que le ayudaba en su centro de trabajo, porque los ingresos disminuyeron significativamente.
Explicó que las fiestas y convivios les daban más trabajo, pues muchas de sus clientas se arreglaban periódicamente con ella por ese motivo, pero desde que se suspendió este tipo de eventos su asistencia e ingresos bajaron mucho. “Al no haber fiestas ya no llegan a arreglarse. Ellas eran nuestro fuerte en el negocio”, dijo.
El golpe económico lo resintió también porque las docentes que iban a su negocio dejaron de ir porque trabajan desde casa y dar clases desde ahí no amerita tanto arreglo; aparte de que tampoco hubo clausuras escolares ni graduaciones; mucho menos novias o quinceañeras que requirieran sus servicios.
Señaló la estilista local que este tiempo ha salido adelante con la poca clientela que le llega a la estética, generalmente son personas que viven cerca de donde se ubica su negocio y las conoce desde que comenzó a trabajar. A su empleada, que tiene ya muchos años con ella, le pidió descansar algunas semanas y la apoyó con despensas. Desde la semana pasada se reintegró, aunque con pocas horas porque la demanda sigue siendo baja.
Explicó que desde que comenzó la cuarentena en su estética se siguen las medidas de prevención y sanitarias para evitar ser fuente de contagio de Covid-19. "Los clientes al llegar sanitizan su calzado, se les proporciona alcohol para desinfectarse y deben permanecer con cubreboca"; además de que no pueden permanecer más de tres personas en el lugar y todos guardan la sana distancia; al terminar de arreglar a un cliente desinfectan el lugar antes de atender a otra persona.
Ahora, sus clientas agendan su visita, pues llaman con anticipación y reservan su lugar, cooperando de esa manera con mantener la sana distancia. Odi confía que una vez que se reanuden las actividades, que se ajustarán a la nueva normalidad manteniendo las medidas higiénicas ya establecidas, se recupere su economía poco a poco. (Con información Mayra Figueiras).