Xalapa, Ver.- De ser una plaga, el lirio acuático de la laguna de El Castillo pasó a convertirse materia prima para un grupo de 20 mujeres de la tercera edad que elaboran manualidades y obtienen un dinero extra para sus familias. Organizadas y autonombradas como “Abuelitas de El Castillo”, el grupo de mujeres ha encontrado en estas artesanías no solo un ingreso económico, sino también un espacio para la convivencia, incluso una terapia que ha mejorado la salud y el ánimo de todas sus integrantes.
Son las 11 de la mañana y las Abuelitas de El Castillo se disponen a desayunar juntas. Para muchas de ellas es su segundo desayuno porque se levantaron desde hace varias horas para dejar hechas las labores del hogar antes de reunirse. En la mesa hay frijoles, arroz, tortillas, tostadas, queso, salsas y guisados que comparten entre risas.
Hacer comunidad entre ellas ha servido además para tener un espacio de entretenimiento y disfrute entre mujeres. “Aquí todas nos llevamos muy bien, trabajamos, platicamos y echamos chisme entre nosotras. El grupo nos ha unido mucho y nos consideramos como hermanas”, asegura María Magdalena Bello Ortiz, una de las abuelitas.
“ES MI TERAPIA SEMANAL”
María Magdalena cuenta que la organización Abuelitas de El Castillo la salvó de la depresión. Y es que, sin motivos aparentes, comenzó a ser víctima de esta enfermedad y los médicos le recomendaron buscar una terapia que la ayudara. “Esto me ha servido a mí de mucho y aquí estoy. No me siento mal y no me quejo de nada, ésta es mi curación”, asegura.
La mujer, madre de cuatro hijos y abuela de ocho nietos, explica que de haber pasado por un cuadro de depresión hoy es una mujer feliz y activa que participa de las actividades de recolección del lirio, el proceso de seca y que cada viernes se reúne junto a las demás para tejer y echar a andar la creatividad con las manualidades. “Mis hijos me apoyan mucho y disfrutan mucho verme activa y alegre”, cuenta entre risas.
Bello Ortiz, junto con otra mujer, la bióloga Luz del Alba Hidalgo Galán, fueron quienes comenzaron a echar a andar, en junio pasado, el proyecto de aprovechamiento de lirio acuático mediante la elaboración de tapetes, bolsas, portarretratos, accesorios, bisutería y adornos para vender.
Luego de conformarse como colectivo, las mujeres recibieron capacitación por parte de un grupo de pescadores de Alvarado, quienes desde varios años llevan a cabo el aprovechamiento del lirio. “Ellos nos enseñaron cómo se lleva a cabo la elaboración de manualidades. Nos explicaron cómo sacan el lirio y una vez seco se trabaja”.
Aunque el principio básico es el trenzado y expansión de la tiras de lirio seco, los trabajos que exponen las mujeres son tan diferentes como ellas mismas. Y es que cada una ha elegido los objetos que hacen y se van especializando.
Todas tenemos diferentes ideas y desde que nos reunimos juntas comenzamos a elegir cada una lo que quiere hacer. Algunas eligieron tapetes, otras un cuadro, forrar libretas, bases para macetas, flores (…) A todo le encontramos
Explica que aunque han participado de varias exposiciones, las ventas de sus productos no han sido tan buenas. Aunque eso no las desilusiona y continúan trabajando y perfeccionando sus artesanías. “Tenemos variedad de productos y de precios. Lo que más nos gustaría es que la gente conozca lo que hacemos, que les guste y nos compren”, precisa.
COLECTIVO DE MUJERES
Junto a las abuelitas hay una mujer externa, más joven que las demás y originaria de Xalapa, la bióloga Luz del Alba Hidalgo Galán, fue quien propuso el aprovechamiento del lirio acuático de la Laguna de El Castillo mediante la elaboración de artesanías. Ahí se encontró con un grupo de mujeres artesanas “comprometidas, dedicadas y creativas” que se autodenominaron “Abuelitas de El Castillo” y que de inmediato comenzaron a aprender el manejo de este producto.
Fue Luz quien gestionó la visita de los pescadores de Alvarado a través del Instituto de Investigaciones Biológicas de la Universidad Veracruzana. Ellos acudieron a Xalapa a impartir un curso de manera directa con 25 mujeres que se interesaron en aprender. “Ahora cada viernes nos encontramos aquí para trabajar el lirio”.
Hidalgo Galán explica que de ser un problema, el lirio se ha convertido en preciada materia prima y que incluso los integrantes del comité de la laguna se preocupan por cuidarles aquellas plantas de tallo grande para que se pueda trabajar. “Ellos lo dejan crecer de madurez, ya saben el proyecto y nos lo cuidan”, precisa.
Las mujeres artesanas aseguran que han recibido en todo momento el apoyo por parte de las autoridades locales de El Castillo —integrantes del Comisariado ejidal, el comité de la laguna, así como del agente municipal— y que los materiales empleados para la artesanía son financiados por cada una de ellas. “El apoyo del comisariado ejidal y el comité de la laguna actualmente consiste en coordinarnos con ellos para extraer el lirio de la laguna, de ahí es procesado por nosotras”, explican.
Por ello, la intención de las Abuelitas de El Castillo es obtener más espacios en los que puedan comercializar sus productos para que éstos puedan ser vendidos más fácilmente, pues aunque han participado de al menos seis exposiciones, las ventas serían mucho más si se les abrieran más lugares y puntos de venta.
Quienes gusten obtener información de los productos y adquirirlos pueden comunicarse con la bióloga Luz Hidalgo Galán al teléfono 2288539379 o acudir directamente a la congregación de El Castillo. Habitualmente se reúnen los viernes en el edificio ubicado a un costado del campo de beisbol.