En su comunicado de este domingo, la Arquidiócesis de Xalapa se refiere al viaje que el papa Francisco hizo a Irlanda para el IX Encuentro Mundial de las Familias. En él refiere que en su primer discurso en Dublín, el papa se refirió a los abusos sexuales, al desafío de la migración y a la cultura del descarte “que nos ha hecho cada vez más indiferentes ante los miembros más indefensos de la familia, incluso los no nacidos”.
Acerca del escándalo de los abusos sexuales cometidos por integrantes del clero, el pontífice reconoció “el fracaso de las autoridades eclesiásticas (obispos, superiores religiosos, sacerdotes y otros) al afrontar adecuadamente estos crímenes repugnantes… ha suscitado justamente indignación, permanecen como causa de sufrimiento y vergüenza para la comunidad católica”. Cualquier abuso cometido contra un menor, es sin duda reprobable; los abusos sexuales son un crimen abominable, se trata de una falta muy grave, un delito que destruye la vida de un inocente.
En el caso de la Iglesia católica, el criterio es de cero tolerancia, asegura la Arquidiócesis. Recuerda que en su reciente Carta al Pueblo de Dios, Francisco reiteró su compromiso para eliminar ese flagelo en la Iglesia, “deseo que la gravedad de los escándalos de los abusos… sirva para recalcar la importancia de la protección de los menores y de los adultos vulnerables por parte de toda la sociedad”. Indica el documento que Francisco habló en Dublín para todo el mundo. Desea que la visita del Papa a Irlanda sea una bella ocasión para renovar el amor, la unidad, el respeto y la paz en las familias.
En el Encuentro Mundial de las Familias, recuerda el comunicado que dijo el papa Francisco, “es una bella oportunidad para las familias no sólo para que reafirmen su compromiso sino para que testimonien el papel único que la familia ha tenido en la educación de sus miembros y en el desarrollo de un sano y próspero tejido social. Se trata de un testimonio profético del rico patrimonio de valores éticos y espirituales que cada generación tiene la tarea de custodiar y proteger”.
La Arquidiócesis de Xalapa manifiesta que Irlanda se distinguió por mucho tiempo, en Europa por su fuerte catolicismo, pero que hoy se encuentra profundamente secularizada enfrentando los contrastes que ofrece la vida moderna. Expresa que los irlandeses han sido lastimados por los escándalos pasados de los abusos sexuales cometidos por integrantes del clero y que la herida se ha intensificado con la reciente publicación del informe de los abusos de Pensilvania.