ORIZABA, Ver.- Con desorganización y contratiempos como la falta de biológico comenzó el proceso de vacunación contra la Covid-19 en esta ciudad. A pesar de que el delegado regional de Programas Federales, Rogelio Rodríguez García pidió evitar hacer fila desde el día anterior, muchas personas, principalmente familiares de los abuelitos llegaron durante la madrugada a “apartar lugar”. Entre quienes acudieron a recibir la inoculación estuvo el Obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino.
En las cuatro sedes se observaron largas filas de abuelitos, algunos de los cuales iban solos; así como jóvenes y adultos que se formaron mientras su familiar esperaba sentado en la sombra, que llegara el momento de ingresar, mientras los servidores de la nación, que son parte de las brigadas correcaminos, les informaban que únicamente pasaría la persona que sería vacunada,
Esta instrucción causó preocupación en quienes tenían que desplazarse con la ayuda de sillas de ruedas o bastón, pues requerían del acompañamiento de su familiar.
Mientras en tres de las sedes la fila avanzó relativamente rápido, en el Instituto Tecnológico de Orizaba ésta daba la vuelta completa al plantel. Había personas, según lo que comentaban, que habían llegado antes de las 8 de la mañana: “son las 12 del día y no avanza la fila”, dijeron.
Fue poco después, que en ese lugar el secretario de Salud, Roberto Ramos Alor dio la instrucción para que ingresaran más abuelos, con un acompañante, para que no permanecieran más tiempo bajo los rayos del sol, de los que se protegían con sombrilla.
Llegaron en autobús, taxi, auto particular, con silla de ruedas o bastón, para recibir la vacuna, con la idea de que iban a tener que esperar mucho tiempo.
En sedes como el ForOrizaba la fila avanzó rápido, pero algunos señalaron que los regresaron porque se acabó la vacuna. Don Ángel Rayón dijo que él ya iba de salida. “Llegué a las 3 de la tarde y me dijeron que ya no había vacunas, que volviera el 1 de abril, pero le pregunté a un trabajador del programa y me dijo que sí había; se comunicó por teléfono con alguien y me dijeron que volviera a entrar; después de un rato, me vacunaron”, apuntó.
Fernando, un adolescente, acompañó a su papá a vacunarse. Él, dijo tiene la ilusión de salir nuevamente a practicar una de sus grandes pasiones: correr con su papá medio maratón.
“Ya queremos volver a correr, por eso vine con mi papá para que le apliquen la vacuna. Seguiremos cuidándonos, pero él ahora estará más protegido”, dijo.
A los adultos mayores que hicieron fila en el ITO se sumó el Obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, quien recordó que “Jesucristo esperó un buen para irse a bautizar con Juan Bautista, el mejor ejemplo es nuestro Señor”.
Sobre lo importante que es aplicarse la vacuna dijo que tristemente aún hay mucha ignorancia entre la población. “La vacuna es un medio para contener este contagio y es importante que la recibamos, es bueno que ya llegó a Orizaba. Tenemos que hacer lo que nos toca”, apuntó.
Resaltó que, así como él, unos 10 sacerdotes de la Diócesis la recibirán, porque ya tienen la edad.
Para los abuelitos que no tienen cómo desplazarse a la sede que le corresponde, el DIF Orizaba puso a su disposición las unidades los camiones “Buho” para que éstos los lleven a donde los vacunarán.
La presidenta de ese organismo, Marianna Díaz Abascal dijo que a partir de las 8 de la mañana habrá salida de autobús cada media hora, hasta las 5 de la tarde.
Los puntos donde esperan los autobuses a los adultos son: el Club del Abuelo Sur, el Club del Abuelo Norte y el DIF Orizaba.