Xalapa, Ver.- Aislados, solitarios y vulnerables, los adultos mayores han sido el sector “más castigado” por las medidas que se han implementado con el fin de hacerle frente a la pandemia del Covid-19, aseguró María Verónica Rodríguez Estrada, maestra en Gerontología y Tanatóloga.
Precisó que este sector ha tenido que hacerle frente no solo al riesgo sanitario que el Covid-19 representa para ellos, sino que también han padecido la falta de apoyo social, la vulnerabilidad por aislamiento social, la discriminación, así como la falta de actividades.
A todo esto, explica Rodríguez Estrada, se le suma la exposición que han tenido “a noticias terribles” por lo que muchos de ellos podían presentar secuelas irremediables que podrían ser, incluso, tan terribles como la propia pandemia. “El estrés postraumático será la nueva normalidad con la que se tendrá que trabajar en los próximos meses, aun cuando la pandemia deje de ser el telón de fondo de muchos noticieros y todos los medios de comunicación”, dijo.
La especialista en adultos mayores dijo además que la crisis sanitaria, social, económica y emocional generada por la pandemia del Covid-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de implementar nuevas fórmulas de atención a este sector de la población y de reformular el modelo actual de cuidados de larga duración. “El estatus social que se ha conseguido para algunas personas mayores es, relegarles y apartarles más de la sociedad, incapacitándoles y creyendo que la única salvación contra el Covid-19 sería la atención sanitaria”, indicó.
Ante este panorama, la especialista aseguró que se debe trabajar en temas como el envejecimiento activo, el respeto a sus derechos, la estimulación cognitiva, terapias ocupacionales, recreativas y rehabilitadoras con el fin de contrarrestar la vulnerabilidad que provoca el aislamiento.
Advirtió que de no tomarse estas medidas se corre el riesgo de incrementar el deterioro cognitivo de los adultos mayores, aumentando a su vez el grado de dependencia. “Sin embargo, y una vez más, nos vuelven a dar una lección de vida: las personas mayores no se quejan, no salen de forma desordenada, no critican las medidas de higiene, no juzgan por las decisiones tomadas y simplemente se adaptan a la nueva normalidad”.