La presencia constante de la pirotecnia puede generar en perros y gatos estrés, ansiedad, problemas gastrointestinales, respiratorios, así como una reducción al sistema inmune, señaló Pedro Paredes Ramos, académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Veracruzana campus Veracruz.
Indicó que dependiendo de la intensidad del ruido y la cercanía que se tengan con la pirotecnia, los animales van a percibir con mayor intensidad y sus problemas físicos pudieran ser mayores.
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¿Qué ocurre con los ruidos fuertes?
“Hablando de comportamiento, si yo percibo un ruido fuerte, mi comportamiento va a ser alejarme, el problema es cuando estás amarrado o encerrado que no puedes resguardarte, lo que produce indefensión e incapacidad del animal para defenderse o escapar”, dijo.
Derivado de ello, mencionó que los animales presentan constantemente estrés, mismo que los lleva a realizar actos que los ponen en riesgo.
“A nivel de las hormonas que producen la activación de respuestas de huida, de fuga, de ansiedad, esas respuestas son normales siempre y cuando se conserven por periodos pequeños, pero cuando suceden de manera diaria y constante generan alteraciones a nivel gastrointestinal, respiratorio, así como una reducción al sistema inmune”, expresó.
Comentó que con el inicio de los festejos patrios también comenzó la temporada en que las personas usan con mayor frecuencia la pirotecnia, por lo que los dueños de estos animales deben atender los malestares que presenten.
"Algunos perritos pueden saltar desde las azoteas, escapar y ser arrollados, o simplemente perderse"
En el caso de las aves, las cuales también se ven afectadas por la pirotecnia, manifestó que éstas tienen una mayor probabilidad de escapar.
“Los animales de producción como los cerdos, ganado o aves por cuestiones de epidemiología se encuentran alejadas de la mancha urbana, por lo que el sonido, aunque le llegue y sí lo perciban, la afectación es menor, los que están en contacto con nosotros tienen un daño mayor”, comentó,
Puntualizó que para poder reducir el sonido y las afectaciones en los animales se pueden tomar algunas previsiones como sacar durante el día al perro, bañarlo y jugar con él para que su estado anímico sea mayor.
Además, se tienen que priorizar acciones como meterlo a la transportadora a la que se le puede colocar una cobija para reducir el ruido, poner música de viento o relajante.
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“Se debe reducir la intensidad del sonido y el riesgo de que el animal pueda hacerse daño, escapar y perderse, desafortunadamente es común ver perritos arrollados, algunos de ellos porque se asustaron, no supieron cómo resguardarse o intentaron escapar sin tener éxito”, agregó.