XALAPA, Ver.- Vendedores de productos orgánicos señalaron que a pesar de que son más caras sus legumbres, verduras y frutas; aún hay gente que pide que sus alimentos no contengan químicos.
Cada sábado se instala en Coatepec el mercado agro-ecológico Coatl, donde varias personas promocionan sus productos, que son elaborados por ellos mismos.
Luis Méndez vende queso de cabra desde hace 11 años, él lo prepara y lo procesa porque tiene las chivas, junto con su esposa lo elabora.
“El precio que anda es de 200 a 250 el kilo, lo natural, lo que no tiene conservador, tiene un sobreprecio”, dijo, por lo que aún las personas solicitan este producto.
Víctor Romero Amaro, productor de El Castillo, vende hortalizas en el mercado Coatl como cilantro, perejil, cebollitas, pepinos, lechugas y chayote, todo es orgánico.
Con tanta enfermedad que hay con los demás productos ya estamos trabajando en esta forma; nosotros lo sembramos, la gente que nos conoce ya viene y nos compra
Señaló que estos producto son más caros porque llevan un proceso más lento y es otro tipo de abono que preparan y se fermenta para poderlos usar.
Comentó que el cambio climático les ha afectado principalmente a la lechuga y el pepino por las altas temperaturas que los estresan y las plantas no crecen.
Francisco Romo Villaseñor, coordinador del mercado orgánico de Coatepec y dueño del súper ecotienda Casa Verde, platicó que la tierra se encontraba sin nutrientes, debido a que se empezó a producir caña y usaban fertilizantes.
En 2004 se creó el mercado de Coatepec donde venden frutas y verduras orgánicas, aunque el 100% no es orgánico, pero buscan cambiar la mentalidad de las familias para que cambien su alimentación.
“Nos preocupábamos por conservar la tierra y hacer un proyecto sustentable, que era un proyecto de traspatío porque los productores son chiquitos”, agregó.
Señaló que varias personas venden sus productos como orgánicos pero no lo son, porque deben cuidar que sus riegos sean con agua potable o tratada; actualmente la gente ya busca lo orgánico porque los nutriólogos y doctores los mandan.
Lo orgánico tiene la ventaja que si yo vendo un kilo de pollo de esos contaminados a 80 pesos el kilo, aquí se da a 200 o 150 pesos, tiene un plus lo orgánico
En la ecotienda Casa Verde venden pollo, pescado, res, cerdo, conejo, codorniz y trucha, eso viene certificado. “En cuanto al cambio climático, el gran problema es que (…) resulta que ya estaba saliendo la matita y te caía granizo, tres o cuatro veces se acababa la plantación, cuando necesitas agua no hay agua, el campo está muy complicado”, agregó.
Manifestó que hasta el momento no han dejado de vender algún tipo de fruta y verdura por el cambio climático, solamente venden fruta de temporada.
El pollo lo traemos de Monterrey, nos lo mandan por avión, surgió un productor en Querétaro, en Texcoco el pavo, el borrego, conejo y codorniz, la trucha es pura y la res en Poza Rica
El precio de estos productos aumenta entre 50 a 60% al precio normal en esta tienda, solamente por ser orgánico. En el mercado de Araucarias, Eduardo López comentó que la fruta la traen de Puebla y hasta el momento no le han pedido que sea orgánica, con el cambio climático no le ha afectado porque sólo la compran y no la cosechan.
Martha Morales también trabaja sobre la avenida Araucarias y obtiene la fruta en la central de abasto y hasta el momento no ha sufrido con el cambio climático y tampoco le han solicitado fruta orgánica.
Ingrid Cristel Aguilar vende los productos que coseche en mercado de Coatepec, mientras su papá cuida las plantaciones y su mamá se recupera en casa.
Actualmente ofrece la lechuga que oferta dependiendo del tamaño, que va de 7 a 15 pesos, el kale orgánico también va de 7 a 15 pesos, la arúgula a 10 pesos y las espinacas a 15 pesos.
También la medida de tomatitos a 10 pesos y 200 gramos de queso de cabra a 50 pesos, todos los productos cosechados por su familia; así como elotes a 5 pesos.
“Hacemos lombricomposta y se la vamos poniendo para que crezcan bien, sí es más caro porque lleva un cuidado más amplio, le tomamos mucho tiempo a las plantitas, algunas veces vienen las plagas y algunas veces les falta agua, y es mucho más trabajo, la mano de obra viene siendo muy pesada”, concluyó.