Veracruz, Ver.- Un grupo de alumnos de la facultad de Ingeniería de la Universidad Veracruzana (UV) desarrolla actualmente un proyecto que permitiría atender la necesidad de personas que no pueden adquirir una vivienda de interés social.
El trabajo es llevado a cabo por los jóvenes Carlos Gutiérrez, Kevin Landeta y Alejandro Lozano, quienes son liderados por Sergio Aurelio Zamora Castro, catedrático e investigador de esa casa de estudios.
Carlos Gutiérrez, ingeniero civil y estudiante de la Maestría de Ingeniería Aplicada, describió su proyecto como una forma de solucionar una problemática social a través de una solución de tipo ambiental, pues se trata de la construcción de una vivienda de interés común con materiales reciclados, principalmente de plástico de envases para aguas, refrescos o alimentos.
El joven explicó que se trata de materiales que no tienen un valor en el mercado después de que son desechados, sin embargo, para su proyecto sirven, pues permitirán desarrollar un inmueble cuyo valor alcanzaría 120 mil pesos.
Justamente el precio es lo que lo haría atractivo, ya que representa apenas la mitad del precio de facturación de una casa de interés social en cualquier fraccionamiento de Veracruz, dijo.
El proyecto nació hace dos años, cuando el joven cursaba su carrera en Ingeniería Industrial y desarrollaba un trabajo de investigación sobre el uso de materiales para reciclaje.
Actualmente se encuentra en fase de investigación para perfeccionar el proyecto y, al mismo tiempo, comenzar con su construcción en serie.
La intención, agregó Carlos Gutiérrez, es crear un producto de calidad y con la mejor ingeniería en su tipo, resistente a situaciones externas como lluvias, huracanes y tormentas.
Estamos en etapa de fabricación; necesitamos primero prototipos. Estoy considerando que esta investigación concluiría en dos años y sería el tiempo en el que haríamos la construcción de la primera casa
En los prototipos experimentales se ha logrado construir una vivienda térmicamente impermeable, resistente a las actividades sísmicas, a los rayos del sol y también al agua.
Alianzas
Al ser la recolección de residuos plásticos el principal trabajo para el desarrollo de las viviendas sustentables, Carlos Gutiérrez detalló que a la par de las investigaciones que se realizan en las aulas de la UV se lleva a cabo un intenso trabajo de promoción.
Dichas actividades consisten en buscar alianzas con los gobiernos para que estos puedan financiar el proyecto, que puede cubrir una de las necesidades básicas que genera una brecha de desigualdad marcada entre aquellos que pueden comprar una vivienda y quiénes no.
Otra alianza se realiza con organizaciones no gubernamentales que pueden apoyar proyectos altruistas, sobre todo en comunidades apartadas y con alto grado de marginación.
Mientras que otro de los trabajos más importantes se realiza para conseguir a los aliados que podrían donar el plástico que generan, para que este sea transformado en las viviendas sustentables.
SOLUCIÓN SOCIAL Y AMBIENTAL
Sergio Aurelio Zamora Castro, profesor e investigador de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Veracruzana y quien coordina el esfuerzo de los jóvenes estudiantes, coincidió en que las viviendas sustentables elaboradas con PET vienen a solucionar el problema de desigualdad social y el tema ambiental.
Es la construcción de vivienda enfocada a un bien social. Se puede decir que cuando se tengan eventos naturales fuertes hay que evacuar personas; entonces el gobierno manda viviendas provisionales; entonces va en 60 por ciento dirigido a cubrir ese tema. El otro es para aquellos que no tienen cómo adquirir una vivienda
El especialista detalló que el costo de la vivienda alcanzaría entre 90 y 120 mil pesos, lo que significa apenas el 50 por ciento de lo que alcanza a costar una casa de interés común en cualquier fraccionamiento.
Su tamaño es ideal para una familia pequeña, al contar con una sala, comedor, cocina, dos recámaras y un baño.
“10 toneladas de plástico PET; ahorita tenemos aliados estratégicos de los hoteleros y restauranteros de Boca del Río y Veracruz, para que ellos participen como una especie de donante del PET que ellos tiran a la basura”, mencionó.
El proyecto luce ambicioso; se espera que termine de ser desarrollado en los próximos dos años para que pueda ser llevado a la producción en serie. En tanto ya ha recibido múltiples reconocimientos en el ámbito de la ingeniería y la academia.
